INGLATERRA,- El Manchester United no tuvo piedad ante el Fenerbahce, al que superó sin piedad (4-1) en un partido en el que Pogba se reivindicó a través del gol. No fue una exhibición porque los ‘red devils’ no tuvieron delante un equipo que intimidase, pero sumaron un triunfo importante para encarrilar la clasificación para la siguiente fase.
El mediocentro francés redondeó una primera mitad en la que Mata rescató una vez más al United de un fútbol liviano, inconsistente en el juego. Pasan las jornadas y el equipo se oxigena a costa de rivales de menor entidad, pero Mourinho sigue sin dar con la tecla definitiva. El equipo responde a impulsos, encuentra de forma esporádica buenos instantes de fútbol, pero sigue caminando por el alambre.
El Fenerbache no planteó dificultad. Old Trafford homenajeó a Van Persie, que regresaba al estadio que tantas alegrías repartió. El público tuvo tiempo de aplaudirle porque el conjunto turco no intimidó más que en una ocasión en el 36’, bien rechazada por De Gea, que no baja el listón. El United salió fresco de inicio, con Rooney como delantero en sustitución de Ibrahimovic, al que Mourinho le dio descanso. Sin embargo, el capitán inglés ha perdido movilidad e instinto. Ya no es aquel futbolista explosivo porque los años también han pasado para él.
El United demostró una vez más que carece de guión en ataque. Le cuesta salir desde atrás porque no tiene los mimbres para ello. Pogba acompañó a Carrick en la primera fase, pero el francés se frustra cuando le ponen límites de velocidad. Su naturaleza le pide cabalgar, porque no ha nacido para la elaboración ortodoxa. Poco inspirados los locales, tuvo que ser Mata quien desatascara el partido. Bailly desplazó en largo un balón mesurado, y allí el español hizo el resto. Controló con exquisitez, y dentro del área fue objeto de penalti. El encargado de lanzarlo fue Pogba, que engañó a Demirel (31’). Tan solo dos minutos después, otro penalti claro sobre Martial serviría para que el United anotara el 2-0 casi sin despeinarse. Fue obra del ex del Mónaco, que ajustó a la derecha del portero del Fenerbahce (33’).
El último minuto del primer tiempo le sirvió al United para cerrar el partido. Una pérdida de balón del cuadro de Advocaat provocó la recuperación de Rooney, que centró el balón para que Lingard, de un solo toque, permitiese a Pogba conectar un remate cruzado a la escuadra (46’).
Al choque no le quedaba emoción, pero en la reanudación el United condenó la debilidad del Fenerbahce. A los dos minutos, otro robo de balón lo aprovechó Lingard, que desde el balcón del área ajustó el balón para situar el 4-0 (48’). Con la placidez del resultado, el equipo de Mourinho se dedicó a combinar con pausa, como si de un entrenamiento se tratase.
En el 65’ Mourinho ejerció de comercial. Dio entrada a Memphis Depay, con el que no cuenta en sus planes. El United quiere vender unos de sus coches, así que en el garaje puede devaluarse aún más. Con la inercia a favor, pues, el futbolista holandés ingresó en el terreno de juego para disfrutar de unos minutos, con la intención de que llegue una buena oferta por él en el próximo mercado de invierno.
El partido acabó de la forma más romántica posible. El Fenerbahce marcó el gol del honor a través de Van Persie (83’), que fue ovacionado por Old Trafford, con Alex Ferguson y Sam Allardyce a la cabeza. El ex del United solo tuvo que empujar el balón a la red, pero fue una bonita forma de cerrar un encuentro que le sirve a Mourinho y a su equipo para ganar confianza de cara al importante compromiso del fin de semana en Stamford Bridge frente al Chelsea.
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