ESTADOS UNIDOS.- Tiger Woods está de regreso… tal vez no al ritmo que él mismo quisiera, pero en los últimos días se le han visto las cualidades que hace un tiempo, le convirtieron en el jugador número uno del mundo.
No olvidemos que en plenitud de sus facultades, estuvo un total de 683 semanas en la cima del mundo, logrando en este lapso nada menos que 79 títulos, incluyendo 14 Grand Slams.
Afectado por diversas lesiones en la espalda y una rodilla, Woods tuvo que alejarse de los greens por espacio de 441 días. Su última campaña exitosa, tuvo lugar en 2013. Cuando se ubicaba como el mejor del planeta, nadie dudaba que habría de superar a dos leyendas como Jack Nicklaus (18 Grand Slam) o incluso a Sam Snead (81 títulos de la PGA).
Sin embargo, a punto de cumplir 41 años de edad, se antoja complicado que pueda romper estas dos míticas marcas de la Profesional Golfers Association.
«Está claro que yo no puedo hacer lo que hacía antes. Cuando empecé, tuve una de las unidades más largas del circuito, en la actualidad hay 50 jugadores que le pegan más que yo, pero sólo significa que tengo que hacer las cosas de manera diferente», insistió Woods, cuya último gran título fue el Abierto de Estados Unidos del 2008.
Puedo correr más de 30 millas a la semana como hacía antes, pero es una cuestión de edad, tengo cuatro operaciones de rodilla y tres en la espalda. Ahora debo pasar por el fisioterapeuta durante dos o tres horas, y tomo baños de hielo», reveló Woods.
Por otro lado, es por demás claro que durante su ausencia, la clasificación mundial ha sufrido cambios con la aparición de sus compatriotas Jordan Spieth y Dustin Johnson, y el australiano Jason Day, quienes tienen los méritos suficientes para aspirar al número uno de la PGA.
jcrh