Con información de Notimex fotografía de AFP

El arranque este jueves del Mundial de Fútbol Rusia 2018 abrió un paréntesis de alivio en Guatemala, que de manera lenta se recupera de la emergencia natural que desató la actividad del Volcán de Fuego en este país hace sólo 10 días.

• Tras la erupción del Volcán de Fuego, que al menos murieron 62 personas  ocurrida en Guatemala

A unas horas de la inauguración de la mayor fiesta mundial del futbol, los guatemaltecos, alentados por las numerosas promociones y campañas publicitarias, se aprestan a seguir con gran ánimo y fiesta la Copa del Mundo, un certamen al que nunca han concurrido.

De hecho, los fanáticos del futbol “chapín” iniciaron la fiesta unos días antes del inicio del Mundial gracias al levantamiento de la suspensión de Guatemala de las competencias de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

Recién el pasado 31 de mayo, la FIFA anunció que levantaba “con efecto inmediato la suspensión de la Federación Nacional de Futbol de Guatemala (Fedefut), restaurando todos sus derechos como miembro de la FIFA”.

El fútbol guatemalteco fue suspendido de la FIFA el 28 de octubre de 2016 por escándalos de corrupción que mantienen al expresidente de la Fedefut, Brayan Jiménez, en espera de una condena tras ser procesado en Nueva York.

Los directivos guatemaltecos que asumieron el control tras la destitución y procesamiento penal de Jiménez se negaron a reconocer a una junta designada por la FIFA para la reestructuración del fútbol local, por lo que Guatemala fue marginada de la máxima organización mundial del balompié.

En medio de una tragedia provocada por la erupción del volcán de Fuego el pasado tres de junio, la alegría por Rusia 2018 se mantiene gracias a los mensajes y promociones de las empresas que buscan beneficios económicos por el ambiente mundialista.

En Guatemala, donde el fútbol es el deporte más popular y pese a que el país centroamericano nunca ha clasificado a una Copa del Mundo, se vive una “auténtica euforia” por el Mundial de Rusia.

Alientan esta “euforia mundialista” las campañas publicitarias en busca de captar al mayor número de aficionados y consumidores de productos y servicios. Restaurantes, bares, tiendas de electrodomésticos -que expenden las pantallas de televisión-, empresas locales y transnacionales inundan el mercado con ofertas y promociones.