Imagen: @Ahjijos1
- El legendario ciclista mexicano falleció la tarde del jueves debido a un paro respiratorio durante una cirugía
- Miguel y Fernando, hijos del “Halcón de Huamantla” fueron entrenados por su padre y seguirán con su legado
Un paro respiratorio acabó con la vida de Miguel Arroyo, mejor conocido como el “Halcón de Huamantla”, a los 56 años de edad mientras se sometía a una cirugía la tarde del pasado jueves, en la ciudad de Puebla.
Nacido en Huamantla, Tlaxcala, Arroyo dedicó su vida al ciclismo con una disciplina que lo llevó a ser el máximo exponente mexicano y participar en 1992 y 1995 en la Tour de France.
Miguel Arroyo, junto a Raúl Alcalá, son los únicos dos mexicanos que han participado en la competencia internacional hasta el momento.
El vuelo del “Halcón de Huamantla” fue tan alto que tuvo que ir a otros países para saciar su hambre de competencia y victoria, siendo Bélgica su primer destino internacional en 1988, un año después de su debut en la carrera Maya-Caribe.
El vuelo del «Halcón de Huamantla»
Los buscadores de talento Otto Jácome y Greg Lemond vieron en Arroyo las cualidades necesarias para integrarlo al prestigioso equipo de ciclismo ADR y así pudiera competir en justas internacionales.
En la primera Tour de France que participó en 1992, Arroyo quedó en el lugar 48 y para 1995 el mexicano no logró quedar dentro de los primeros 50.
Sin embargo, el palmarés del mexicano incluye la Vuelta a México 1998, la Vuelta a Costa Rica 1999 y el Campeonato de México en Ruta 2000.
Tras retirarse del deporte profesional, Arroyo se dedicó a entrenar a las nuevas generaciones, entre ellos sus dos hijos, Miguel y Fernando, quienes continuarán escribiendo en el libro del ciclismo mexicano.
La calidad del “Halcón de Huamantla” como formador de futuros ciclistas lo hizo acreedor al Premio Estatal de Deportes en 2012; además, una de las carreras más importantes del país lleva el nombre de “La Clásica Miguel Arroyo” desarrollada en su natal Tlaxcala.