HOUSTON, ESTADOS UNIDOS.- La lógica nos dice que los Halcones de Atlanta deberían ganar el Super Bowl LI con base en su poderosa ofensiva. No en balde promediaron 30 puntos por juego y encabezaron a la NFL con más de 500 tantos.

Sin embargo, la mejor razón para pensar que Atlanta puede derrotar a Tom Brady y a sus Patriotas podría ser la defensiva reforzada que tiene.

Atlanta toleró menos de 20 puntos en cuatro de sus últimos seis partidos de la temporada regular.

Aun así, la fortaleza de los Halcones es una ofensiva que no ha logrado ser maniatada debajo de 30 unidades desde que cayó 29-28 ante Kansas City el 4 de diciembre.

Frente a Green Bay, los Halcones metieron como titulares a cuatro novatos y a cuatro jugadores en su segundo año en la defensa. El grupo jugó con la resistencia y la velocidad de la celebrada defensiva de Seattle que Dan Quinn coordinaba antes de convertirse en el entrenador de Atlanta hace dos años.

El veterano de la defensa de Atlanta, Dwight Freeney, de 36 años, sabe que muchos de los observadores pensaban que los jugadores eran demasiado jóvenes. Las deslucidas estadísticas generales, incluida una posición en el 27mo sitio en la de anotaciones permitidas, enmascaran la mejoría reciente que hizo enorgullecerse a Freeney.

“Pasamos por dificultades y problemas al principio del año’’, señaló. “Era de esperarse cuando tienes a tres o cuatro tipos que nunca han jugado en la NFL. Tuvimos que hacer que estos chicos se pusieran a la par de los demás, y la ofensiva ya estaba encarrilada mientras estos tipos estaban poniéndose al nivel y comprendiendo qué tenían que hacer. Ahora esos chicos están jugando’’.

Si las cosas salen como indica Freeney, no descartemos que en Houston, se produzca una de las grandes sorpresas de los últimos tiempos

jcrh