Una disciplina elegante, exigente y poco condecorada en México, cuyo principal antecedente remonta a Los Ángeles 1932. La esgrima siempre ha tenido protagonistas europeos, comúnmente italianos, franceses y rusos se llevan los metales.

México 1968 significó mucho más que la primera medalla en esta disciplina, también, a manos de Pilar Roldán, se convirtió en la primera presea femenil olímpica. La nacida en la capital en 1939 logró colgarse la medalla de plata compitiendo en florete en la sala de armas Fernando Montes de Oca y así sentar las bases para el olimpismo femenino.

Para Río 2016, la disciplina de florete será competida por dos mexicanos: Daniel Gómez Tanamachi y Nataly Michel. Ambos buscarán repetir lo hecho por Roldán en México 68 y sumar una presea a la delegación mexicana.

Además de florete, la esgrima mexicana estará representada en sable individual y por equipos femenil, sable individual masculino y espada femenil con un total de siete emisarios.

D.S.