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- Tigres UANL y la confederación de la Concacaf tienen cita con la historia el jueves en Catar.
- El conjunto norteño buscará culminar la epopeya en su primera participación en el Mundial de Clubes venciendo en la final a un Bayern de Múnich.
- El Bayern se llevó a sus vitrinas los últimos meses la Champions League, la Bundesliga, la Copa alemana, la Supercopa alemana y la Supercopa de Europa.
Tigres UANL y la confederación de la Concacaf tienen cita con la historia el jueves en Catar. El conjunto ‘Felino’ buscará culminar la epopeya en su primera participación en el Mundial de Clubes venciendo en la final a un Bayern de Múnich de leyenda que acaricia un pleno de títulos.
Después de haber eliminado al campeón de Asia, el Ulsan Hyundai surcoreano en cuartos (2-1), y de dar la sorpresa ante Palmeiras brasileño en semifinales (1-0), los pupilos de Ricardo Ferretti afrontan la final ante el gigante bávaro con poco que perder y mucho que ganar; ser el primer equipo de México y de la Concacaf en proclamarse campeón del mundo.
«Estamos muy contentos, felices, con mucha ilusión, con mucha motivación también, porque pienso que vamos a vivir algo único, algo increíble para nosotros, como club, como confederación, como país, como seres humanos, como futbolistas», expresó el extremo mexicano con pasado en la Liga española Javier Aquino, sobre la final que dará inicio a las 18h00 GMT en el Education City Stadium de Rayán.
«Vamos a dejarlo todo, a pelearlo, a disfrutarlo al máximo, para tratar de dejar el nombre de Tigres y de México lo más alto posible», añadió.
En caso de victoria, el conjunto de San Nicolás de los Garza pondría fin a una racha de siete ediciones del Mundial de Clubes conquistadas por clubes europeos, desde el título del Corinthians brasileño en 2012.
Bayern motivado
Pero el reto es de enjundia ante un Bayern que derrotó 2-0 al campeón de África, el Al-Ahly egipcio, en semifinales, y que cuenta con la motivación a su vez de hacer historia si conquista su sexto título en juego del curso 2020.
El Bayern, que llevó a sus vitrinas los últimos meses la Champions League, la Bundesliga, la Copa alemana, la Supercopa alemana y la Supercopa de Europa, emularía la gesta del Barcelona en 2009 cuando el equipo azulgrana conquistó todos los títulos a los que aspiraba.
«Estoy convencido de que la afición del Barça no quiere que gane el Bayern, porque así seguirían siendo los únicos de la historia en haberlo conseguido», afirmó el miércoles el antiguo defensor argentino Javier Mascherano desde Catar, donde se halla invitado por la FIFA.
Para club bávaro sería el segundo título mundial después del logrado en 2013.
«Será un partido emocionante, tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos para ganarlo», afirmó el entrenador Hansi Flick. «Es un equipo de clase mundial, es importante estar despierto», añadió refiriéndose a Tigres.
El técnico bávaro no podrá contar con el central Jerome Boateng, quien le pidió regresar a Alemania después de la repentina muerte de su antigua pareja.
«Jerome (Boateng) vino a verme a mi habitación y me pidió abandonar la concentración y para regresar a casa, y obviamente le dije que sí. Necesita hacerse un test del covid para regresar a Alemania, desgraciadamente no estará disponible», explicó Flick.
Duelo de arqueros y delanteros
Será asimismo un duelo de ‘pistoleros’ entre el delantero francés de Tigres Pierre-André Gignac y su homólogo polaco del Bayern Robert Lewandowski, quienes llegan a la final como los dos máximos realizadores del torneo con tres y dos goles respectivamente, y como autores de todos los goles firmados por sus equipos en Catar.
«En Gignac tienen un delantero que es sensacional en las finalizaciones y dentro del área. Tiene experiencia, jugó en Europa anteriormente», definió al goleador de 35 años el arquero internacional alemán Manuel Neuer, que ya recibió un gol de Gignac en el fatídico partido entre Francia y Alemania el 13 de noviembre de 2015, día de los atentados islamistas en París.
Será también un cruce de estilos bajo los arcos. La sobriedad del alemán Manuel Neuer contrasta con el espectáculo y la heterodoxia que muestra en sus intervenciones Nahuel Guzmán, que cumplió 35 años este miércoles. No hace falta preguntar qué regalo desea para celebrarlo.