ESTADOS UNIDOS.- Este fin de semana, arranca en los Estados Unidos el torneo más añejo del continente: la Copa América en su versión centenario. Este es el primer gran evento que llevan a cabo de manera conjunta tanto la Conmebol y la Concacaf, por cierto dos de las confederaciones más afectadas por el escándalo de corrupción de la FIFA.

La organización de la Copa estuvo en suspenso cuando la justicia estadounidense apresó a las cabezas de ambas confederaciones acusándolas de liderar un gigantesco esquema de sobornos que también implicó a la FIFA, una movida que obligó a renegociar los derechos de comercialización del torneo a pocos meses del inicio.

Superado el impasse, las 16 selecciones convocadas recorrerán las sedes dispuestas a lo ancho de todo el territorio estadounidense las próximas dos semanas durante la fase de grupos, un año después de que Chile levantara el trofeo en su casa en la última edición del torneo.

Argentina y Brasil como es de esperarse, llegan a este evento con la etiqueta para hacerse con la victoria. Para los pamperos, el evento tiene un sabor especial, ya que esperan limpiar la afrenta que significó en la edición pasada, haber perdido en penales en la final ante Chile, alargando a 23 años, la racha sin haber conseguido un título importante.

Y tendrán la oportunidad de revancha, tan pronto como el 6 de junio, en el arranque del torneo, para ambos equipos.

Brasil, por su parte, enfrenta presión por el resultado mediocre que ha obtenido en la eliminatoria sudamericana para el Mundial 2018 y el recuerdo todavía fresco del torneo anterior en el que fue eliminado en cuartos de final por Paraguay.

El apremio choca además con la necesidad de desempeñar un buen papel en los Juegos Olímpicos de los que será sede en agosto, un evento para el que reservó al delantero Neymar.

La ausencia del astro del Barcelona se suma a la de Douglas Costa, quien sufrió una lesión que obligó a Dunga a la convocatoria a última hora del veterano Kaká.

Los otros cabeza de serie para la primera fase son México, un asiduo invitado al torneo que buscará revancha ya que nunca consiguió levantar la Copa, y Estados Unidos, que quiere desempeñar un buen papel ante su público con el apoyo de jugadores como Clint Dempsey y Michael Bradley.

Si bien el evento posee una pléyade de elementos estelares, también hay notorias ausencias: Uruguay no tendrá a Luis Suárez en la primera fase, por una lesión en la final de la Copa del Rey. Costa Rica ha perdido al arquero Keylor Navas debido a una tendinopatía.

Sin embargo se espera que Lionel Messi, James Rodríguez, Javier «Chicharito» Hernández y Alexis Sánchez cumplan con las expectativas de los aficionados.

jcrh