Uruguay lo volvió a hacer. Ante Rusia se probó el traje de ‘aguafiestas’ que tritura las esperanzas de los hinchas locales en un Mundial y tras cumplir con su destino pone foco en el ‘Cristiano dependiente’ Portugal.
El ‘Maracanazo’, victoria de Uruguay ante Brasil en la final del Mundial de 1950, es el triunfo visitante más icónico en la historia de los Mundiales.
Más fresco en la memoria de los aficionados está el (3-0) ante Sudáfrica que ocho años después se repite ante Rusia, un anfitrión que llegaba con el ánimo por las nubes.
«Siempre es así, Uruguay cuando tiene rivales difíciles y rivales que te exigen también exige», dijo el capitán Diego Godín.
Con temple de guerrero y armas técnicas que lo colocan al tope de los defensores que juegan el Mundial, Godín encabeza un equipo que aspira a seguir reescribiendo la historia.
«Hoy fue una prueba importante para seguir preparando y buscando más situaciones para lo que se viene, que es más importante aún», advirtió el defensa del Atlético de Madrid que aún no conocía que se cruzarían con Portugal.
– Prohibido agrandarse –
Ante Rusia en Samara hizo su aparición estelar en el Mundial la dupla Suárez-Cavani.
Suárez ya había anotado ante Egipto en su partido centenario con La Celeste, ante Rusia sumó su segundo gol y celebró el debut en las redes del atacante del PSG.
La casa está en orden en defensa, va de menos a más en el mediocampo y arriba los goleadores están «en su salsa», advirtió el entrenador Oscar Tabárez.
Pero está prohibido subirse al tren de la euforia que ya copó las calles de Uruguay.
«Voy a poner el freno», a los pronósticos que ponen a la Celeste en la ínfima lista de favoritos a llevarse la Copa.
Sin dejar de lado su culto al bajo perfil, Tabárez reconoció que el equipo está bien y que espera seguir mejorando de cara a la hora de la verdad en el torneo. Esos partidos que se definen por detalles y en los que una distracción te saca de la Copa.
«Estamos satisfechos de lo que hizo el equipo. Ya dijimos que queríamos mejorar (…) ese ponerse a prueba dio resultado», comentó el timonel tras el contundente 3-0 ante Rusia que dejó fuera del campo a su figura de ataque, Aleksandr Golovin.
El único punto negativo que resaltó Tabárez fue la amarilla recibida por Rodrigo Bentancur, la primera en lo que va de Mundial para el equipo sudamericano.
«Lamentablemente recibimos la primera amarilla por una circunstancia de juegos, no por una incorrección», dijo el ‘Maestro’ que en sus 12 años seguidos al frente del plantel se propuso quitar el cartel de violento a su equipo.
La mordida de Luis Suárez en Brasil opacó el andar disciplinario de un equipo que dejó de ser el líder de tarjetas recibidas en Sudamérica.
En Rusia, el gran desafío es continuar el camino limpio de expulsiones, sin perder la solvencia defensiva ni la ‘agresividad’ de un ataque dispuesto a jugarse a todo o nada en cada balón.
INFORMACIÓN NOTIMEX IMAGEN: AFP
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