BARCELONA.- Este fin de semana, el piloto holandés, Max Verstappen de la escudería Red Bull,  pasó a convertirse en el volante más joven en la historia de la Fórmula Uno por lo menos desde la creación del campeonato como tal en 1950, en  ganar un Gran Premio. Lo hizo en España a los 18 años.

Y lo hizo, además, comportándose como un veterano y aguantando en las últimas vueltas la presión de dos campeones del mundo, los pilotos de Ferrari Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel, que completaron el podio en el Circuito de Montmeló, muy cerca de Barcelona.

Es cierto, que el joven prodigio holandés, se benefició y en gran medida, de la eliminación de los dos favoritos: Lewis Hamilton, triple campeón del mundo, y Nico Rosberg, actual líder del mundial e imbatido en 2016. Ambos, pilotos de la escudería Mercedes. De ahí y sin restarle méritos a Max, que hay que tomar con las reservas del caso, su victoria.

Sin embargo, no se puede negar que el joven Max, tiene la velocidad en sus genes. Su padre, Jos Verstappen fue piloto de Fórmula 1 y logró dos podios, aunque nunca pudo ganar una carrera.

Por otro lado, se ha encargado de dirigir toda la carrera de su hijo, desde el karting a la F3 y también ha gestionado la transición de Toro Rosso a Red Bull, que se anunció la semana pasada.

Finalmente, debemos destacar el hecho, de que antes de la victoria de Max Verstappen, el piloto más joven en hacerse de lo más alto del podio, había sido, el hoy cuatro veces campeón mundial Sebastian Vettel, quien lo hizo en el Gran Premio de Italia con Toro Rosso en 2008, cuando tenía 21 años.

jcrh