MONZA, ITALIA.- Por primera vez en mucho tiempo, la atención de los medios y de los aficionados, no estará centrada en Lewis Hamilton. Poco importará el hecho de que busca su triunfo 50 en la F1 y que de ganar, se convertiría en el primer piloto desde el argentino Juan Manuel Fangio en ganar tres veces consecutivas en Monza.

No, la atención estará puesta en el joven holandés Max Verstappen, de Red Bull, quien la semana pasada, protagonizó un incidente con los pilotos de Ferrari, Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel. Tras su errática maniobra, se negó a aceptar las críticas, por lo que hizo enfurecer a los volantes de Maranello y por supuesto a los fervientes tifosi.

Creo que deberían estar avergonzados de causar un accidente como éste con su experiencia y luego quejarse de mí», dijo Verstappen tras la carrera en Bélgica, lejos de cualquier señal de arrepentimiento. «Vettel puede venir y hablar conmigo (en Monza), pero creo que primero tiene que darse cuenta de lo que hizo en la primera curva (en Spa)», agregó.

Si bien Verstappen ha causado una grata impresión en los aficionados desde que debutó en la F1, algunas personas sienten que hay que imponerle límites.

«Conduciendo me recuerda a los grandes. Me recuerda a Lewis (Hamilton) y me recuerda a Ayrton Senna (…) Sólo temo que pueda terminar en el muro un día. Para mí es refrescante, pero peligroso», dijo en Spa el jefe de la escudería Mercedes, Toto Wolff.

En cuanto a la disputa por la cima del campeonato, Hamilton buscará ampliar su ventaja de nueve puntos sobre Nico Rosberg en el histórico circuito, que marca la última carrera europea de la temporada.

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