MIAMI,- Buena parte de la ciudadanía de Miami se consagró y dedicó elogios al pelotero cubano José Fernández quien a raíz del accidente en una embarcación, estaba conceptuado como un auténtico ídolo por su forma de jugar para el equipo de Miami de Grandes Ligas y la pena y dolor, les acompañó durante las honras fúnebres y posterior.
No les cabía en el alma a los miles de simpatizantes que una tragedia hubiera puesto fin a su carrera.
Pero, ahora se reconoce que el héroe era imperfecto, se ha consignado que legalmente estaba ebrio y con cocaína en el cuerpo en el momento de la tragedia del 25 de septiembre, cuando Miami se sacudió por el impacto. Las drogas y el alcohol no se puede manejar como estandarte para la juventud, el ahora héroe caído, de apenas 24 años, ha resultado un ejemplo fallido
Ser joven no significa ser invencible, ser famoso no ofrece carta abierta a la temeridad y la insensatez. Fernández -ganó el cariño y admiración- hacía todo lo posible por dominar a sus rivales trepado desde la lomita en el beisbol. Su carrera era brillante y pintaba para más.
Lo hecho por Fernández, no le convierte en el primero como tampoco el último, el beisbol se halla inmerso con la historia de sus notables personajes como lo fueron en su momento Babe Ruth o Dwight Gooden, que con el paso del tiempo habrán de hallar la absolución a sus «travesuras» para figurar en el anaquel de los héroes deportivos.
Las turbulencias en el deporte no son privativos de un deporte, esta clase de situaciones se hallan en todas las disciplinas, sin embargo para quienes siguen pensando en José Fernández como el notable lanzador que jugó para los Marlines, continuará ocupando un sitio como ídolo de esta disciplina.
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Tal vez Fernández no tuvo la mejor de las purezas -ni de las decisiones- a la hora de su muerte, pero sí era transparente en muchas otras, muchísimas más. Ojalá que las turbulencias desatadas por este reporte den paso gradual al sosegado repaso de un joven que nos tocó con una emanación positiva. Imperfecto, no cabe duda, como la vida misma.
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