(video) Jozi Cats, el primer club gay africano de rugby | Digitall Post : Digitall Post
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(video) Jozi Cats, el primer club gay africano de rugby

(video) Jozi Cats, el primer club gay africano de rugby

SUDÁFRICA.- En un país donde el rugby es uno de los deportes más populares y puede ser sinónimo de machismo, han surgido los Jozi Cats, el primer club gay africano de este deporte, con a clara misión de desafiar los estereotipos vinculados a los homosexuales.

Como primer paso, están llevando a cabo una revolucionaria campaña, utilizado insultos antigays populares y particularmente hirientes para los homosexuales



La idea, es poner en cuestión los clichés sobre los jugadores y los tópicos sobre los gays, de jugar con este contraste y de ridiculizar algunos de estos mitos.

En un continente donde la homosexualidad todavía se considera un crimen en algunos países, Sudáfrica se perfila como precursor. El matrimonio homosexual es legal desde 2006. Aunque los prejuicios persisten. Por otro lado, es importante señalar que la campaña de los Jozi Cats ha tenido una acogida positiva.

Esta campaña pretendía también reclutar nuevos jugadores para participar en torneos de rugby. Y el objetivo se consiguió. Los Jozi Cats, que debutaron en 2015 con unos pocos jugadores, cuentan ahora con una buena treintena, todos aficionados y de diferentes niveles.

La próxima batalla de los Jozi Cats consistirá en reclutar a más jugadores negros, en un país donde el rugby sigue siendo el deporte de la minoría blanca. En la cultura occidental, la gente se ha vuelto más abierta. Mientras que en la cultura negra, los gays son rechazados y algunos ven en la homosexualidad una maldición.



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Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

AFP

Por: AFP

hace 5 días

Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

En su camión cargado con vehículos Toyota, Raúl Hernández hace fila al amanecer para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, preocupado por los aranceles que anunciará el presidente estadounidense, Donald Trump.

Si Trump sigue adelante con su plan para imponer estos impuestos aduaneros y obligar a las empresas a mover su producción a Estados Unidos, muchos trabajadores en México van a sufrir, dice.

«Va a dejar mucha gente sin trabajo aquí», asegura este conductor de 37 años a la AFP, mientras espera en la cola para pasar a la vecina San Diego desde Tijuana.

Las fábricas que operan empresas extranjeras son vitales para la economía de ciudades fronterizas como Tijuana y sus miles de trabajadores, señala Hernández.

Muchos puestos de trabajo dependen de las exportaciones a Estados Unidos. «Si las plantas paran por los aranceles sí perjudica a México, perjudica a la ciudadanía mexicana».

Detrás de él, en la fila de camiones, Omar Zepeda también transporta camionetas Toyota Tacoma desde una planta cercana de esa armadora japonesa.

Al igual que Hernández, Zepeda está nervioso por el impacto de los aranceles.

«Va a bajar bastante el trabajo con nosotros, porque va a subir el producto (de precio) y va a haber menos compras», prevé este conductor de 40 años.

«Viene algo difícil»

Las ciudades industriales del norte de México albergan miles de fábricas gracias a beneficios fiscales y al acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La mayor parte de las familias en Tijuana trabajan en «el transporte y la mano de obra», apunta Zepeda.

«La verdad está muy difícil lo que viene», asegura.

El gobierno de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, también reconoce esa incertidumbre. Ha optado por esperar a conocer los aranceles de Trump antes de anunciar un plan económico «integral» para hacer frente a esta nueva amenaza.

Durante su descanso en una planta de Toyota a las afueras de Tijuana, Apolos Velas dijo que estos gravámenes darían un golpe brutal a la ciudad.

«Mucha gente se va a quedar sin trabajo», dice.

Ojo por ojo

En Tijuana, donde la pobreza y el crimen no dan tregua, no solo los empleados de fábricas y del transporte dependen de los miles de millones de dólares del intercambio comercial entre México y Estados Unidos.

Charito Moreno, quien vende burritos a los camioneros en un puesto junto a la barda fronteriza, dice que los aranceles lastimarían a toda Tijuana si las plantas despiden trabajadores.

«Toda la gente depende de esas empresas», afirma esta mujer de 44 años.

Si las compañías acuden al llamado de Trump para mover su producción a Estados Unidos, «sería muy trágico para Tijuana porque pues mucho trabajador se quedaría sin empleo», dice.

Al salir de un camión que lleva equipo para albercas a Estados Unidos, Antonio Valdez dijo que ahora los transportistas tienen más papeleo que entregar.

«Un trámite salía en una hora. Ahorita tardan todo el día en hacer el cálculo y el pago de impuestos» ya vigentes, dice, tras comprar un burrito y seguir su camino hacia Estados Unidos.

Aunque Sheinbaum ha descartado una respuesta del tipo «ojo por ojo, diente por diente», el camionero Alejandro Espinoza cree que México debe responder a Estados Unidos donde duele. Si imponen aranceles, «ya no les vamos a mandar aguacates. A ver cómo le hacen», dijo sonriendo.

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