BRASIL.- Pese a contar con Lionel Messi, la selección nacional de Argentina, cayó ante Brasil y por goleada. Antes del superclásico sudamericano, el técnico de la «canarinha», Tite había reconocido que era un partido especial, el más complejo desde que en junio, llegó al frente de un equipo en ruinas.
Y al poco tiempo, se notó su mano en el equipo, victorias ante Ecuador (3-0), Colombia (2-1), Bolivia (5-0) y Venezuela (2-0), lograron algo que solo un iluso podría haber pronosticado hace seis meses: que Brasil pasaría de estar sexto, y materialmente fuera del a Copa del Mundo Rusia 2018, a liderar la eliminatoria de Conmebol.
De acuerdo con expertos y analistas, parte del resurgimiento de Brasil y de su estilo de juego, se debe a que el entrenador Tite, virtualmente le «soltó las riendas» a Neymar, permitiéndole jugar como sabe, volviendo a exponer ante el mundo el «jogo bonito».
Y Neymar respondió. En los cuatro partidos de la nueva era que ha disputado (contra Venezuela estuvo sancionado) nunca se ha ido sin marcar, ha repartido asistencias y enloquecido a sus marcadores con internadas frenéticas.
En el Mineirao, Neymar volvió a brillar y a divertirse con el mundo mirándole, como a él le gusta. Como resultado, Brasil tiene la friolera de 15 goles en los últimos cinco encuentros. Por otro lado, como le ocurre en el Barcelona, Neymar goza ahora de apoyo ofensivo, en las figuras de Coutinho o Gabriel Jesús se han convertido en acompañantes de lujo.
jcrh