"Yo no quiero ser Messi, yo quiero ganarle" | Digitall Post : Digitall Post
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«Yo no quiero ser Messi, yo quiero ganarle»

«Yo no quiero ser Messi, yo quiero ganarle»

TURÍN, Italia.- Propios y extraños, le consideran como el nuevo fenómeno del futbol mundial… el heredero de Lionel Messi. Su nombre es Paulo Dybala y a este juvenil argentino, se le apoda como La Joya, por sus sensacionales habilidades.

Sin embargo, él no está contento con las comparaciones. «Yo no quiero ser Messi, yo quiero ganarle», dijo previo al encuentro entre la Juventus y el Barcelona. Y vaya que cumplió sus palabras y con un doblete se convirtió en la llave maestra del triunfo italiano.

Protagonista de un partido extraordinario, el argentino borró a su compatriota y a todo el Barcelona el martes en Turín. Y dejó para otros las inevitables comparaciones entre él y La Pulga.



«Messi, ¿quién? El extraterrestre es Dybala», tituló este miércoles el diario Tuttosport, que se edita en Turín y que, por lo tanto, es projuventino. En los medios de la competencia, el Corriere dello Sport titulaba por su parte «El nuevo Messi». Enfoque que siguió La Gazzetta dello Sport, llevando a su portada el titular «Sí, él es el heredero».

Pese a que al goleador de la Juve no le gustan las comparaciones, es justo mencionar que en octubre del 2015, fue el propio ariete del Barcelona, el que le calificara de esta forma. «Paulo es un gran jugador. Él es el futuro», dijo entonces.

Año y medio después de ese vaticinio, el jugador de la Juventus demostró a Europa lo que Italia ya sabía desde hace tiempo: que a sus 23 años, Paulo es un «fuera de serie», un jugador extraordinario que hizo verdad la profecía de la Pulga.

En Turín Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini, Andrea Barzagli y Mario Mandzukic, entre otros, le enseñaron la exigencia a las que hace frente un gran club como la Juventus. Alabado por su madurez y por ser consciente de su propio destino, Dybala aprendió muy rápido.



Una particularidad del argentino, es que gusta de celebrar los goles con un gesto de manos que se conoce como Dybalamask, una máscara de luchador que contrasta con la sutileza con la que se emplea en el césped.

jcrh