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Astrofísico: habrá pruebas de vida en el Universo

Astrofísico: habrá pruebas de vida en el Universo

MADRID, ESPAÑA,- La prueba definitiva sobre la existencia de otras formas de vida en el Universo, no solo se convertirá en un gran descubrimiento sino que traerá aparejado un debate filosófico, tal sentencia el astrofísico francés Jean-Pierre Luminet quien cree en 20 o 30 años habrá una prueba definitiva.

El gran descubrimiento de los últimos quince años en las ciencias del Universo son los exoplanetas -planetas fuera del Sistema Solar-, indicó a Luminet a Efe en una entrevista, y agregó que ahora se tienen los medios para detectarlos y centrarse en aquellos que pueden tener condiciones favorables para la vida.

Hace apenas un mes, la Nasa anunció el descubrimiento de casi 1.300 planetas extrasolares, de los que nueve reúnen condiciones para albergar vida.



«Creo -indicó- que estamos muy cerca. Muy cerca puede ser en algunos años, máximo en 20 o 30 años, de tener finalmente la certidumbre, la prueba definitiva de que otras formas de vida existen en el Universo», que «casi con toda probabilidad serán relativamente primitivas».

Para Luminet, un descubrimiento de ese calibre abrirá «un debate filosófico y científico y cambiará la forma de pensar de la Humanidad como algo único y central».

Aunque dicho debate sería «mucho más importante si de pronto recibiéramos una señal extraterrestre de una civilización inteligente», Luminet dijo que «incluso una bacteria es vida», por lo que «hará falta además un trabajo de explicación al público, para que el impacto de ese descubrimiento sea lo suficientemente importante».

Entre los últimos grandes descubrimientos citó la materia oscura que forma el 99 % de Universo y «aún no se sabe qué es»; los agujeros negros, «que cada vez tienen un papel más importante en el Universo» y las ondas gravitacionales. Con todo ello «se está desarrollando una nueva astronomía», dijo.



Luminet (Cavaillon, sur de Francia, 1951) da nombre a un asteroide, el 5523, descubierto en el cinturón principal del sistema solar, y tiene premios como el Georges Lemaître (1999) por sus modelos de «universos arrugados», y sus contribuciones sobre los agujeros negros y la gravitación relativista.

Sin embargo, no ciñe su acción al campo científico pues también es escritor, faceta en la que enmarca una serie de novela histórica sobre científicos como Copérnico, Kepler o Newton, «grandes revolucionarios que lograron hacer cambiar las concepciones de la época y se enfrentaron a grandes oposiciones».

Y es que, la ciencia «no se realiza de manera independiente de la evolución del resto de la sociedad de la que forma parte y contribuye a ella», asegura el Luminet, quien repite en varias ocasiones que ciencia y tecnología «son parte integral de la cultura», aunque tienda a olvidarse.

Aunque Luminet hace hincapié en hablar de las ciencias del Universo en las que es experto, realiza una llamada de atención sobre otros campos en los que habrá grandes progresos este siglo como la inteligencia artificial, «que hoy día, en gran parte, se desarrolla en laboratorios privados» y la manipulación genética.

«Hay que estar muy vigilantes sobre su desarrollo y los posibles excesos de la investigación científica», considera.

Premio Europeo de Comunicación Científica en 2007 y Oficial de las Artes y las Letras en Francia, Luminet se adentra también en la literatura -seis novelas-, la poesía -nueve poemarios-, y la música, entre otras disciplinas.

«Aunque hoy en día la especialización del conocimiento hace un poco más difícil ser experto en muchos terrenos, yo -señala- no puedo funcionar de otra manera. Mis vínculos con el arte no son algo secundario, son una necesidad interior para intentar comprender el mundo, pues el enfoque de la ciencia, aunque sea fascinante y eficaz, no es completo en sí mismo».

efe/r3



Internacional papa francisco Papa León XIV vaticano

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

AFP

Por: AFP

hace 5 días

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde el país andino como obispo rumbo al Vaticano, donde este jueves se convirtió en el primer papa estadounidense, con el nombre de León XIV.

Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».

«Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá», afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.

«Mucho por hacer»

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia –estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves– o por decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.

Dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia.

«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Misionero en Perú

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

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