MÉXICO.- Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), indicó que de momento, no hay planes de usar una multimillonaria línea de crédito flexible (LCF) que tiene con el FMI en caso de un choque externo, y evaluaría antes las circunstancias y sería prudente.
No tenemos en mente específicamente el caso de Trump, pero siempre tuvimos la precaución de haber estado renovando la LCF con el Fondo Monetario Internacional (…) No quiere decir que inmediatamente la usaremos, pero habrá que evaluar las circunstancias y ser prudentes», dijo Carstens.
La moneda mexicana ha sido sacudida recientemente por temores a un triunfo en la presidencia de Estados Unidos del republicano Donald Trump, que ha prometido masivas deportaciones de inmigrantes, construir un muro fronterizo y revisar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), vital para la economía de México.
El FMI autorizó en mayo a México una línea de crédito flexible (LCF) por 88,000 millones de dólares en reemplazo de la anterior por 67,000 millones de dólares que vencía en noviembre, en un esfuerzo por ofrecer más protección a la segunda mayor economía de Latinoamérica frente a choques externos e incertidumbre financiera global.
En septiembre, el banco central mexicano subió en 50 puntos básicos la tasa de interés referencial al 4.75 por ciento, en un intento por contrarrestar presiones inflacionarias ante un posible aumento de la volatilidad financiera, derivada en parte del nerviosismo por las elecciones en Estados Unidos.
Finalmente Cartens señaló que diversos estudios del Banxico, indican que el peso «está subvalorado» y mejorará una vez que se disuelva la incertidumbre sobre las elecciones estadounidenses.
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