Han transcurrido ya varios años desde que las baterías de litio debutaron comercialmente y aún en la actualidad predominan en el mercado como primera elección de energía portátil por sus ventajas, como su durabilidad y amigables con el medio ambiente. Pero, las baterías acarrean riesgos, en especial cuando se transportan por vía aérea. La Organización Internacional de Aviación Civil acaba de prohibir el transporte de baterías de ión de litio como carga en aviones de pasajeros.
Las pruebas realizadas hasta ahora por los organismos de aviación han establecido que las baterías de litio pueden autoprenderse y arder con un calor de aproximadamente 600 grados centígrados. También han establecido que las baterías sobrecalentadas pueden desprender vapores que, si se acumulan, pueden dar lugar a explosiones que neutralizan los sistemas de extinción de incendios dejando que los fuegos ardan sin control.
Las pruebas llevaron a Boeing y Airbus a declarar en 2015 que era “un riesgo inaceptable” continuar con el envío de baterías de iones de litio al por mayor.
Ese mismo año, una organización que representa a varios fabricantes de aviones, incluido Boeing, envió un documento a la ICAO indicando que los sistemas contra incendios en los aviones de pasajeros no pueden “suprimir o extinguir un incendio de una cantidad significante de baterías de litio”.
La organización explicó que los aviones no pueden manejar las temperaturas particularmente altas de los incendios de litio y la velocidad con la que estos pueden propagarse. Además, los extintores de fuego halón estándar no son lo suficientemente eficaces contra estos incendios.
Y aunque la mayoría de las baterías de iones de litio son transportadas en barcos de carga, alrededor del 30% son entregadas por transporte aéreo. La mayoría viajan en las bodegas de los aviones de pasajeros en vez de aviones de carga. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) estima que las compañías aéreas que transportan las baterías de forma masiva a ese país también llevan cerca de 26 millones de pasajeros al año.
La prohibición de la Organización Internacional de Aviación Civil, que entra en vigor a partir del próximo 1 de abril, no afecta a las baterías contenidas en aparatos electrónicos y dispositivos móviles de los pasajeros, tripulantes de cabina y pilotos en los vuelos comerciales.
El presidente del consejo de OACI, Olumuyiwa Benard Aliu, destacó que la medida seguirá en vigor hasta que el organismo de la ONU ponga en marcha nuevas regulaciones sobre el transporte de baterías en aviones comerciales.
“La seguridad es siempre nuestra prioridad fundamental en la aviación civil internacional. Esta prohibición provisional seguirá en vigor mientras continúa el trabajo separado en la OACI sobre un nuevo estándar de empaquetado de baterías de litio que se espera esté concluido en 2018″, dijo Aliu.
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