LIMA, PERÚ,- Como respuesta a la actitud asumida por Donald Trump presidente electo de Estados Unidos, China y Rusia buscan crear la mayor área de libre comercio en el mundo, luego del marcado proteccionismo en el mundo occidental (Trump, Brexit).
Esto permitirá estrechar lazos comerciales en sus áreas de influencia, el fin de semana, ambas potencias han orientado la defensa del libre comercio en la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico -APEC-.
El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mantuvieron una reunión este sábado a puerta cerrada en Lima, un encuentro en el que no sólo hablaron sobre la cooperación Asia-Pacífico, también se han puesto las primeras piedras para alcanzar una mayor integración económica entre la Unión Económica Euroasiática (UEE) y China.
Como destaca la agencia oficial de noticias del gobierno chino, Xi Jinping insistió en la necesidad de mejorar el apoyo para mantener una estrecha relación comercial y de desarrollo entre China y la UEE (Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Armenia). Desde fuentes oficiales rusas, se destaca que en la reunión se analizó cómo mejorar la dinámica de las relaciones comerciales y económicas.
Una negociación que ya se estuvieron desarrollando en la segunda semana de noviembre, cuando Vladimir Putin se reunió en Moscú con Li Keqiang, primer ministro chino. En ese encuentro, se consolidó la creación de acuerdo comercial entre ambos países para el intercambio de equipos electromecánicos y productos agrícolas. Además se estrechó la cooperación energética y aeroespacial, según destaca el ministerio de Asuntos Exteriores chino.
No obstante, todas estas negociaciones son el boceto de lo que podría ser el mayor área de libre comercio del mundo. Ya hace meses Rusia comenzó a ‘engatusar’ a China para que forme parte en un futuro de la Unión Económica Euroasiática, que hoy es un mercado de unos 185 millones de habitantes, pero que tiene la ambición de llegar a ser la mayor unión económica del mundo.
A día de hoy, este bloque permite el libre movimiento de bienes, servicios, capitales y personas. La versión más ambiciosa de este proyecto planea la creación de una divisa única y una integración total, unos planes en los que no se incluye a China.
Desde Pekín se dejan querer, puesto que está logrando el apoyo y la cooperación de Moscú para su proyecto One Belt and One Road (OBOR) o la Nueva Ruta de la Seda, una red de ferrocarriles, carreteras, gasoductos, oleoductos y redes de servicios que conectarán China, Asia Central y partes de Asia del Sur. Desde China siempre han destacado que el apoyo de Moscú y la UEE es muy relevante para lograr el éxito de este gran proyecto, que pasa por Kazajistán y Kirguistán.
Como destacan desde la consultora McKinsey destacan que este proyecto «tiene como objetivo crear la plataforma más grande del mundo para la cooperación económica, la coordinación política y la colaboración comercial, financiera, social y cultural».
Este trabajo que cuenta con un fondo de más de US$40.000 millones desarrollará grandes rutas económicas, que pretenden conectar por varías vías a China, Mongolia y Rusia; China con Asia central y el oeste de asiático; China con la India, Pakistán y Bangladesh.
Rusia quiere aprovechar estas conexiones crear una asociación comercial que no sólo incluiría a China, como ya se ha mencionado, sino que también sería relevante la participación de India e Irán. Este ambicioso proyecto se encuentra en ciernes, pero su culminación puede marcar un antes y un después en las relaciones comerciales de todo el mundo.
eleconomista.com/r3