WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- ¿Cuál será la relación de Donald Trump con Latinoamérica?. Especialmente cuando el controvertido magnate, se ha manifestado como un enemigo de los acuerdos políticos.
El triunfo del magnate sobre la candidata demócrata Hillary Clinton impactó con mayor fuerza en México, que vio caer su moneda. El vecino y socio más importante de Estados Unidos en la región fue el mayor blanco de la dura retórica electoral del republicano.
El gabinete económico mexicano envió un mensaje de calma y evitó lanzar medidas pese a la caída del peso mientras Cuba anunció ejercicios militares por algunos días en coincidencia con el triunfo de Trump, que prometió revertir la reanudación de las relaciones diplomáticas con Cuba iniciada por Barack Obama.
Algunos analistas señalaron que es difícil vislumbrar con certeza de qué manera la futura administración de Trump impactará en una región que mantuvo relaciones cordiales y de cooperación con Estados Unidos durante los dos periodos de Obama, a excepción de algunos gobiernos como el de Venezuela y Bolivia.
Como era de esperarse, las reacciones en el área no se dejaron esperar. En Bolivia, el presidente Evo Morales publicó en su cuenta de Twitter que espera trabajar contra el racismo, machismo, la antiinmigración, por la soberanía de nuestros pueblos con Donald Trump, su vicepresidente Álvaro García Linera dijo en una conferencia de prensa que «éste es el tercer golpe que recibe la globalización… el primero fue el retroceso de la economía, el segundo el Brexit y el tercer golpe es el triunfo de Trump».
Expertos señalan que dado que carece de experiencia en el mundo de la política, las relaciones con el resto de las naciones del área, pueden ser complicadas. Especialmente con México.
No olvidemos, que Trump prometió en campaña levantar un muro a lo largo de la frontera con México y acabar con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (Nafta) argumentando que desfavorece económica y laboralmente a su país.
En Chile, el inesperado triunfo, también ha dejado ver sus efectos. El canciller chileno Heraldo Muñoz se expresó sorprendido y avizoró momentos difíciles.
Hay aquí (en el triunfo de Trump) un repudio al establishment de manera evidente y creo que esto traerá aparejados cambios en Estados Unidos, particularmente en la política exterior que tiene que ver con Chile, con América Latina, con el mundo en general», planteó.
Refirió que iniciativas como el Tratado Transpacífico de Cooperación Económica, promovido fuertemente por Obama y del que forman parte Chile, México, Perú, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam y Canadá, ahora queda en un interrogante.
«Tiene un destino mucho más incierto porque Trump se ha opuesto de manera categórica», señaló Muñoz, que estimó que el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Chile probablemente no sufrirá cambios porque le genera un superávit al primero.
La mandataria chilena Michelle Bachelet, quien en un reciente viaje a Nueva York había apoyado la candidatura de Clinton, declaró que su país «espera que podamos seguir colaborando entre las naciones para el bienestar de nuestros pueblos».
Por su parte Colombia -el mayor receptor de ayuda estadounidense en América Latina con unos 10 mil millones de dólares en los últimos 15 años- reaccionó con calma a la victoria de Trump. Su embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón, dijo a la radioemisora colombiana Blu que la relación entre ambos países está «blindada» contra cualquier cambio político porque ha sido una estrategia de hace dos décadas buscar el apoyo bipartidista en el Congreso norteamericano.
En tanto, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, felicitó a Trump y expresó su deseo de que ambos puedan cooperar conjuntamente por el bienestar de sus países, que recientemente relanzaron las relaciones políticas y comerciales.
Finalmente, el exmandatario uruguayo José Mujica, quien gobernó entre 2010 y 2015 y atrajo a muchos por su estilo de vida sencilla, reaccionó al triunfo del multimillonario con una palabra: «¡Socorro!».
jcrh