PYONGYANG, COREA DEL NORTE.- Este domingo, luego de rechazar las críticas y protestas de Washington, Seúl y Tokio, por su ensayo del pasado viernes, el régimen de Pyongyang, solicitó ser reconocida como una potencia nuclear «legítima».
A pesar de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Corea del Norte llevó a cabo el viernes su prueba nuclear más potente hasta ahora, tan sólo ocho meses después de su cuarto test. Se trata de un ritmo mucho más rápido porque hasta ahora pasaban tres años de media entre cada prueba.
El régimen comunista también afirmó que el aparato lanzado el viernes podría instalarse en un misil, unas afirmaciones que han llevado a los expertos a revaluar al alza la amenaza que supone el programa nuclear norcoreano.
Este domingo Pyongyang rechazó las protestas internacionales y reivindicó su derecho a ser potencia nuclear. Por otro lado, defendió además el ensayo del viernes, condenado en todo el mundo, como necesario para hacer frente a lo que considera la amenaza nuclear estadounidense, y aseguró que Corea del Norte seguirá incrementado su fuerza nuclear «en calidad y cantidad».
En una visita a Japón, un alto diplomático estadounidense explicó que Washington y Tokio están intentando que la comunidad internacional tome la «medida más fuerte posible» contra Pyongyang. Sung Kim, representante especial para Corea del Norte en el departamento de Estado norteamericano, también dio a entender que su país podría tomar nuevas sanciones unilaterales en respuesta al «comportamiento provocador e inaceptable de los norcoreanos».
jcrh