DAVOS, SUIZA.- Donald Trump llega a la presidencia de Estados Unidos. Y lo hace enarbolando la bandera del proteccionismo comercial. Una postura que contrasta con los líderes de los países en desarrollo, quienes señalan que la globalización es buena.
Por tal motivo, el Foro Económico Mundial de Davos, tiene una petición que hacer al mandatario: «que no dañe al comercio».
Y es que los líderes de las economías emergentes temen que una vuelta al proteccionismo pueda poner fin a décadas de crecimiento basado en el comercio, que ha sacado a incontables millones de personas de la pobreza. Y argumentan que, pese a todos los problemas que afrontan los trabajadores, la globalización ha ayudado también a los estadounidenses a tener una baja inflación y desempleo.
Elegido tras hacer campaña al frente de una plataforma antiinmigración y proteccionista, Trump ya ha agitado los mercados financieros de muchos países en desarrollo con sus amenazas de abandonar acuerdos comerciales e imponer «un impuesto fronterizo muy grande» sobre algunas importaciones.
Este mensaje ha resonado especialmente en México, por temor a que las compañías estadounidenses que producen bienes allí para la exportación sufran presiones para retirarse, con un costo potencial de cientos de miles de empleos y miles de millones en ingresos.
Funcionarios mexicanos de la política monetaria no estuvieron a la vista en Davos este año y tal vez se quedaron en casa mientras luchan por estabilizar el peso, que ha caído a mínimos récord por las amenazas de Trump. Pero hubo muchas más voces que hicieron sonar la alarma.
La defensa más apasionada de la globalización y el comercio se escuchó del presidente chino, Xi Jinping, que equiparó el proteccionismo a «encerrarse uno mismo en un cuarto oscuro» y advirtió a los gobiernos que no prioricen su propio desarrollo a expensas de otros.
El comercio no es una calle de una sola vía, dijeron los líderes en Davos, destacando los beneficios que conlleva también para los consumidores occidentales.
«La conclusión es que el bajo nivel de desempleo en Estados Unidos y toda la población se están beneficiando de precios más bajos», dijo el ministro de Hacienda brasileño, Henrique Meirelles.
«Dicho esto, hay un grupo de gente que no está recibiendo los beneficios de la globalización y eso es un problema con el que deben lidiar esos gobiernos en términos de compensación o formación (laboral) o creando redes de seguridad», agregó.
Los inversores contrastaron el movimiento hacia el proteccionismo en Estados Unidos y Europa con la situación en América Latina, donde dos de sus mayores economías, Argentina y Brasil, están abriéndose e introduciendo reformas.
El ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, destacó las lecciones aprendidas de una década de populismo, que golpeó la economía del país e hizo crecer la pobreza. «El experimento de intentar evitar la competencia, evitar el proceso de apertura (…) no fue bueno para Argentina», dijo en un panel de debate.
jcrh