LOS ÁNGELES, CALIFORNIA,- Realmente reveladora, así fue la confesión más privada que ha hecho Demi Lovato hasta la fecha. La actriz y cantante abrió su alma a una revista y habló de los capítulos más oscuros de su vida.

“Pensé que moriría joven y no llegaría a los 21 años”. Adicción a las drogas, bipolaridad y trastornos alimenticios tuvieron la culpa.

Demi Lovato creció en circunstancias muy desfavorables y que le influyeron negativamente. Su madre y su abuela padecían problemas de alimentación y de imagen de sí mismas. Además, el hecho de su participación en concursos de belleza desde joven hizo que se sintiera siempre muy juzgada por su físico.

Sin embargo, los momentos más difíciles de su vida los pasó en la adolescencia. Demi perdió el control de su vida debido a la mezcla de alcohol, cocaína y fármacos. Todo eso le llevó a ser internada en un centro de rehabilitación en 2010, donde le diagnosticaron bulimia y bipolaridad.

Por su esfuerzo, en 2012 consiguió cambiarlo todo y comenzar de nuevo, dejó sus adicciones y las acciones que solo maltrataban su cuerpo. Lo hizo con la ayuda de Alcohólicos Anónimos y consciente de la necesidad de “autolesionarme”.

r3