MANAGUA, NICARAGUA.- Scott Parazynski y Sam Cossman, astronauta y explorador de Estados Unidos, se han embarcado en una aventura digna de ser escrita por Julio Verne: descender en el cráter Santiago del volcán Masaya, con el fin de llegar hasta su lago de lava.
El objetivo de proyecto será instalar 80 sensores de tecnología avanzada para medir las características del volcán, según el explorador. Entre los mayores riesgos del descenso está el desprendimiento de rocas y la emanación de gases tóxicos, según los expertos.
El cráter Santiago tiene una profundidad de al menos 180 metros, además de un pozo de unos 800 metros de hondo, desde donde emana el lago de lava cuya temperatura ha sido estimada en unos mil 50 grados Celsius.
Además de astronauta, Parazynski es médico, piloto, escalador, inventor y orador, de acuerdo con su propio sitio web. Por su parte, Cossman es también cineasta y coordina un equipo de National Geographic, para el cual editará un documental sobre el Volcán Masaya.
La primera fase de este proyecto, tuvo lugar el pasado sábado, cuando Cossman, que desde hace varios días se instaló en los alrededores del cráter junto a una expedición en la que destacan expertos en vulcanología, bajó a lo que han llamado la zona cero del volcán.
Luego de su descenso, reveló que aún no logró encontrar la mejor vista del lago de lava, pero que en el punto que alcanzó, le servirá para instalar los sensores que se usarán para hacer la conexión perfecta con las antenas en la superficie.
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