NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-  Estados Unidos acusó el domingo a Rusia de cometer una «barbarie» en Siria, luego de que aviones de combate rusos que apoyan al Gobierno de Damasco bombardearan nuevamente zonas cercanas a Alepo, mientras que el Kremlin dijo que terminar el conflicto del país de Oriente Medio es ahora «casi imposible».

La solución diplomática a la guerra siria parece más improbable que nunca después de que diplomáticos estadounidenses y rusos expresaron sus diferencias en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas organizada para discutir los niveles de violencia, que han escalado desde la semana pasada, cuando colapsó el intento de cese al fuego.

Rebeldes moderados, que luchan contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al-Assad, por el control de la ciudad de Alepo, dijeron que cualquier proceso de paz resultaría inútil a menos que el «bombardeo aéreo incendiario» se detuviera de inmediato.

La captura de la parte de Alepo -la ciudad más grande de Siria- que está bajo el control rebelde, donde están atrapados más de 250.000 civiles, constituiría la mayor victoria en el conflicto armado para las fuerzas de Assad.

Las fuerzas militares sirias consiguieron su mejor posición en años gracias a la ayuda de Rusia e Irán y lanzaron una nueva ofensiva el jueves sobre una zona clave de Alepo. Residentes y rebeldes dicen que miles de personas murieron en los bombardeos.

«Lo que Rusia está patrocinando y haciendo no es contraterrorismo, es una barbarie», dijo la embajadora estadounidense en Naciones Unidas, Samantha Power, ante el Consejo de Seguridad compuesto por 15 naciones.

«En lugar de buscar la paz, Rusia y Assad fabrican guerra. En lugar de colaborar para que la ayuda humanitaria llegue a los civiles, Rusia y Assad están bombardeando las caravanas con asistencia, hospitales y a los primeros que están intentando desesperadamente de mantener a las personas con vida», declaró.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia y Reino Unido también criticaron a Rusia, al decir que podría ser culpable de crímenes de guerra. Pero Moscú defendió su posición.

«En Siria cientos de grupos rebeldes están recibiendo armadas, el territorio y el país están siendo bombardeados de forma indiscriminada y la paz es ahora una tarea casi imposible debido a esto», dijo el embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin.

En su primer gran avance desde el inicio de la ofensiva, el Ejército sirio y sus milicias aliadas tomaron control del campo de refugiados palestinos de Handarat, unos pocos kilómetros al norte de Alepo, pero los rebeldes contraatacaron horas después y dijeron que habían recapturado el sector antes de que empezaran los bombardeos del domingo.

con información de agencias

jcrh