ESTADOS UNIDOS.- Independientemente de si la decisión de México de extraditar al capo del narco Joaquín «Chapo» Guzmán a Estados Unidos tuvo como meta honrar al saliente presidente Barack Obama o apaciguar a su sucesor, Donald Trump, fuentes de seguridad de ambos países dijeron que es un buen augurio para la futura cooperación.
Guzmán, el temido jefe del cártel de Sinaloa que protagonizó dos espectaculares fugas de penales de máxima seguridad, fue extraditado el jueves desde una prisión en la fronteriza Ciudad Juárez y a un centro penitenciario en Nueva York, en la víspera de la asunción de Trump.
Algunos funcionarios del Gobierno mexicano creen que la extradición sirvió para darle una despedida a Obama, mientras que otros consideran que la medida podría aumentar la cooperación e incluso mejorar una relación que se avizora complicada, sobre todo en la relación comercial.
«Lo que pasó es una victoria tanto para México como para Estados Unidos», dijo Leo Silva, quien trabajó para la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) en la norteña ciudad de Monterrey hasta 2015. «Esto obviamente mejorará las cosas», opinó.
La cooperación en materia de seguridad no siempre ha sido fácil y algunos gobiernos la han considerado por momentos como una intromisión de Estados Unidos en asuntos internos del país.
Los cárteles de la droga, y principalmente el de Sinaloa, envían a Estados Unidos la mayoría de lo que producen o que mueven desde Sudamérica.
Silva dijo que el expresidente Vicente Fox (2000-2006) dio poco acceso a los funcionarios estadounidenses, pero su sucesor, Felipe Calderón, fue más abierto a la cooperación.
Bajo su mandato se firmó la Iniciativa Mérida con el expresidente George W. Bush, en virtud del cual Estados Unidos entregó sofisticados equipos a fuerzas federales mexicanas.
En la actual administración de Enrique Peña Nieto, inicialmente hubo ciertas asperezas cuando el mandatario ordenó que el diálogo con Estados Unidos se llevara adelante solamente con la Secretaría de Gobernación y no con distintas entidades.
Sin embargo, poco a poco las tensiones se suavizaron y, según funcionarios, la cooperación de la DEA ha sido clave en las dos capturas de el «Chapo» y de otros capos de la droga ocurridas en los últimos cuatro años.
«Es similar a lo que estuvimos haciendo y recibimos bajo Calderón, sólo que esta administración no habla de eso o publicita lo que estamos haciendo juntos», dijo un ex agente de la DEA que trabajó en distintos casos en México.
Tras la victoria de Trump, que ha amenazado con renegociar o incluso desechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y deportar a millones de inmigrantes indocumentados, algunos especularon que años de cooperación en seguridad podrían debilitarse.
Pero funcionarios de ambos países ven poco probable que esto pase y creen que la situación podría incluso mejorar si Trump, que ha expresado apoyo a policías y soldados en reiteradas ocasiones, se focaliza más en combatir a los cárteles mexicanos.
con información de agencias
jcrh