
CIUDAD DE MÉXICO,- Lo que llegó a suponerse que México podría disfrutar de un combustible barato, creemos que fue un simple sueño y que debido a la recuperación de los precios del petróleo y de las gasolinas en los mercados internacionales, aparejado con un dólar caro frente al peso, dichos elementos pueden determinar en un plazo mediato, el ajuste de los combustibles. Ya se registró un alza con la gasolina Premium.
La recuperación que han registrado los precios internacionales del petróleo en los meses recientes de más de 75 por ciento desde su nivel más bajo (fijado el 20 de enero), y que ya les permite reportar una ganancia de casi 11 por ciento en lo que va del año, ha provocado un ajuste de dos dígitos al alza en el valor de las gasolinas en los mercados internacionales.
Si a ese incremento se le añade la caída de casi siete por ciento que ha registrado el peso en lo que va del año, entonces es muy probable que en breve esos dos aumentos lleven al gobierno de México -quizá para el siguiente mes- a anunciar el primero de dos aumentos estimados para este año al precio de la gasolina que más se consume en el país: la Magna.
Nosotros estamos previendo «que el precio de la gasolina en México alcanzaría el límite superior de la banda… en agosto de este año, como consecuencia de la reciente alza del precio internacional de la gasolina y de la debilidad del peso mexicano», escribió Guillermo Aboumrad, director de estrategias de mercado de Finamex Casa de Bolsa, en un reporte.
La banda a la que se refiere Aboumrad es el mecanismo que anunció la Secretaría de Hacienda (SHCP) en septiembre del año pasado cuando dijo que adelantaría la liberación del precio de la gasolina por dos años, dejándola que, en una primera instancia, fluctuara en un rango que estaría por definirse, para posteriormente, en 2018, dejar que las fuerzas de la oferta y la demanda determinen el precio de ese combustible.
Semanas después, Hacienda reveló, tras dar a conocer la metodología que utilizaría para calcular la cotización de las gasolinas en México, que los precios de ese y otros combustibles fluctuarían en un rango de +/- (más/menos) tres por ciento de un precio de referencia que se mantendría a lo largo del año.
Al comienzo de 2016, las autoridades financieras mexicanas fijaron el precio de las gasolinas en el nivel más bajo de ese rango, o banda, por la caída que hasta entonces registraba el precio de ese tipo de combustible en los mercados internacionales, descenso que se prolongó en las primeras semanas del año.
Desde entonces y luego de cinco meses, mucho ha cambiado en el mercado del crudo y de las gasolinas. El precio del petróleo se ha recuperado y lo mismo ha ocurrido con las gasolinas que registran un aumento en su precio. En el caso del mercado de Texas, de donde México importa buena parte de las gasolinas que consume el país, el alza del combustible ha sido de cerca de 17 por ciento.
Al mismo tiempo, la cotización del peso frente al dólar, otra variable importante para calcular el precio de las gasolinas aquí, ha perdido valor, lo que también ha encarecido el valor en pesos que tienen las gasolinas en los mercados internacionales. Ante esto, los analistas estiman que Hacienda no tendrá más remedio que subir el precio de los combustibles en México y lo tendrá que hacer pronto.
Una probada de este potencial aumento, incluso ya se dio. A finales de la semana pasada, las autoridades financieras dijeron que a partir del 1 de junio el precio de la gasolina Premium, la de mayor octanaje, pero de menor consumo en México, subió ocho centavos a 14.03 pesos por litro.
Hacienda, sin embargo, mantuvo sin cambio el precio de la gasolina Magna en 13.16 pesos por litro, una decisión que para algunos analistas ya no podrá repetir en julio.
Aboumrad, de Finamex estima, por ejemplo, que la gasolina Magna subirá 0.27 centavos a 13.43 pesos por litro el mes que entra, mientras que la Premium volverá a crecer, ahora en 0.35 centavos para venderse en 14.38 pesos litro.
Además, el estratega cree que un mes después, en agosto, los precios del combustible volverán a subir para llegar al límite superior de la banda que fijó Hacienda el año pasado, lo que marcaría un incremento en su costo de seis por ciento en total, con relación al precio al que se vendió la gasolina Magna en México en la primera mitad del año.
Finamex estima entonces que para agosto el precio de la gasolina Magna será de 13.98 pesos por litro, mientras que el de la Premium, será de 14.81 pesos, los precios máximos que quedaron establecidos en la banda de fluctuación que creo el gobierno para esas cotizaciones.
Para 2017, Hacienda continuará determinando el precio de las gasolinas en México, aunque ahora fluctuarán en un rango mayor al actual.
La liberación total del precio de las gasolinas se dará en 2018, algo que probablemente no necesariamente vaya a traducirse en menores precios si las condiciones de una menor oferta de crudo perduran y por lo tanto se generan alzas a los precios de los hidrocarburos.
«Una vez que el precio sea libremente determinado en el mercado -hacia 2018- la expectativa es que para entonces se haya eliminado el exceso de oferta del mercado petrolero y la tendencia de los precios sería a la alza», agregó Aboumrad.
Por lo pronto, el alza esperada a las gasolinas para julio y agosto, aunque estará acotada, tendrá un impacto negativo, aunque menor, en la evolución de los precios al consumidor, elevándolos en alrededor de 0.3 por ciento, reportó el estratega de Finamex.
De ahí que para esa institución financiera, si bien el rebote del precio en pesos de algunas materias primas es reciente y apenas comienza a reflejarse en los precios al productor, el balance de riesgos para la inflación ha comenzado a deteriorarse, aunque tomará tiempo en manifestarse en toda su expresión.
«En los meses recientes con el alza de precios de los commodities en dólares y la pérdida de valor del peso mexicano se distingue un cambio de tendencia en dicho índice hacia arriba», agregó Aboumrad en su análisis. «Sin duda, aunque tomará algún tiempo para reflejarse en los precios al consumidor, ya entró al proceso de formación de precios».
Para el estratega de Finamex, una reacción que podría esperarse por parte de las autoridades monetarias ante los probables impactos de los mayores costos de las gasolinas y otros energéticos, será un ajuste al alza en la tasa de interés de referencia de Banco de México de 0.25 puntos porcentuales en la próxima reunión de junio, independientemente de las acciones que decida tomar la Reserva Federal con respecto a sus tasas de interés.
Si esto ocurre la tasa de referencia mexicana pasará de 3.75 a 4.00 por ciento.
r3