GINEBRA, SUIZA.- Según da a conocer el informe «El derecho de los niños y niñas a una familia, de Aldeas Infantiles SOS Internacional», llevado a cabo por la UNICEF, como consecuencia del crimen y el narcotráfico, en América Latina más de 200 mil niños han quedado huérfanos. Estos hechos, tienen mayor incidencia en aquellas ciudades que ha sido catalogadas entre las más violentas del mundo.
De acuerdo con la ONU, en el 2015 América Latina tuvo la poco honrosa distinción de poseer a las ocho ciudades más violentas del mundo: Caracas (Venezuela), San Pedro Sula (Honduras), San Salvador (El Salvador), Acapulco (México), Maturín (Venezuela), Distrito Central (Honduras), Valencia (Venezuela) y Palmira (Colombia).
En estos países, miles de menores han perdido a ambos progenitores (padre y madre) por la espiral de violencia. En México, además de Acapulco, Ciudad Juárez presenta números para el espanto. Entre 2009 y 2012 siempre figuró en el top 10 de las urbes más salvajes del planeta.
La bestial guerra entre los cárteles narcos de drogas abarrotaron las calles de cadáveres entre 2007 al 2012. El pico de asesinatos fue en 2010, con un promedio de ocho al día. Si bien la situación ahora está más controlada, toda una generación de niños crece hoy sin padres.
Según cifras de la Red por los derechos de la infancia en Ciudad Juárez, existen en la actualidad 14.000 menores que han quedado huérfanos y alrededor de 200.000 que han ido creciendo durante la cúspide de la violencia. «Muchos han atestiguado los asesinatos de familiares y amigos», asegura la organización.
«Durante la guerra del narcotráfico los pequeños fueron traumatizados constantemente. Ellos tenían que correr entre los tiroteos y cuerpos en la calle. Todos temían salir de casa» ha comentado esta semana Kathleen O´Connor, profesora asistente en la Escuela de Enfermería de la Universidad de El Paso Texas, (UTEP), según declaraciones que cita Vice Latinoamérica. En su informe, O´Connor denomina a estos menores la «generación perdida del narcotrauma».
En Colombia, Aldeas Infantiles señala en su informe que, durante los últimos dos años, la Unidad para la Atención y Reparación Integral tiene constancia que 23.000 menores debieron abandonar sus hogares por actos violentos. El 4% de ellos (casi un millar) quedaron en situación de orfandad absoluta debido a la pérdido de padre, madre o tutores, víctimas de hechos violentos.
Por otra parte, dos niños son abandonados en Colombia cada día, porque sus familiares más lejanos, amigos de sus familias o vecinos no pueden hacerse cargo de la subsistencia de éstos, quienes quedan absolutamente desamparados.
En Venezuela, Caracas es una auténtica hoguera. Según las cifras dadas a conocer por el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) así como distintos entes de seguridad, en los últimos cinco años han sido asesinadas 132.068 personas. En el 2015 el país fue catalogado como el más violento de América Latina, con una tasa de homicidios de 90 por cada 100 mil habitantes.
El 50% de estas personas asesinadas en los últimos cinco años fueron la madre o el padre de un niño, lo que arroja que -por hechos de violencia- un total de 66.034 pequeños han quedado huérfanos en el país, solo en este lapso de tiempo.
En Honduras, un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revela que el 5,7% de la población de 0 a 17 años no tiene padre, madre o ambos. En una de sus últimas encuestas de hogares, el INE detalla que 8.531 niños están huérfanos de padre y madre. En San Pedro Sula, la segunda ciudad más peligrosa del mundo, la tasa de homicidios es de 111.03% cada 100.000 habitantes. El municipio cuenta con 797.065 habitantes.
jcrh