Cuando hablamos de piña, el fruto de antoja de inmediato, considerada como una fruta tropical originaria de América del Sur con un alto valor nutricional y numerosas propiedades terapéuticas, además de su contenido exclusivo de bromelina, una sustancia que contribuye a mejorar la salud de maneras diversas.
Descubre entonces por qué la piña debe formar parte de tu vida
1. Previene el cáncer
Una piña te proporciona 7 veces la CDR (cantidad diaria recomendada) de vitamina C, un nutriente capaz de bloquear cancerígenos, reducir la inflamación, aumentar las defensas e impedir la formación de sustancias cancerígenas.
La bromelaína, sustancia únicamente presente en la piña, también posee propiedades anticancerígenas: disminuye el tamaño de tumores e inhibe su formación.
2. Reduce el riesgo de enfermedades del corazón
Gracias a su contenido de bromelaína, comer piña puede protegerte contra la aparición de una angina de pecho o una tromboflebitis, así como también disminuye el riesgo de trombosis arterial y embolia.
3. Disminuye la inflamación
La piña no solo posee propiedades antiinflamatorias, sino que también es capaz de mejorar la función del sistema inmunológico.
4. Favorece la cicatrización
La bromelaína de la piña se ha venido usando como tratamiento para curar heridas y quemaduras durante mucho tiempo.
De acuerdo con numerosos estudios experimentales y clínicos, contribuye a la reparación de los tejidos dañados gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, proteolíticas y edematogénicas.
5. Es una fuente excelente de manganeso
Una sola rebanada de piña te proporciona el 419% CDR de manganeso, es decir, 4 veces la dosis diaria que tu cuerpo necesita.
Se ha confirmado que los alimentos ricos en manganeso reducen los síntomas de la artritis, la osteoporosis, el síndrome premenstrual, la epilepsia y la diabetes.
6. Previene defectos congénitos en el feto
Si estás embarazada, la piña no debe faltar en tu dieta.
Su elevado contenido de ácido fólico (41% CDR), o vitamina B9, reduce el riesgo de anomalías en el tubo neural del feto y previene el retraso de crecimiento en el feto.
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