Las sustancias químicas que emanan esencias cítricas, ya sea de productos de limpieza o velas, que pueden ayudar a que el ambiente, en casa, oficina o cualquier otro sitio, huela a limpio, pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer, al menos eso es lo que un grupo de investigadores de la BBC en conjunción con el Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas de Inglaterra descubrieron al estudiar los potenciales riesgos sanitarios vinculados con aromas cítricos y frescos de los mencionados productos.

Para la realización del estudio los investigadores valoraron el aire en seis hogares durante cinco días, buscando químicos orgánicos volátiles (COV). Evaluaron la muestra del aire de cada hogar en el laboratorio y encontraron que el COV más común era el limoneno (esencia que se utiliza en velas y productos de limpieza para que tengan un olor alimonado).

Por cada dos moléculas de limoneno liberadas en el aire a través de una vela o producto de limpieza se produce una molécula de formaldehido. Los tres hogares que frecuentemente utilizaban este tipo de productos tenían tan elevados niveles de limoneno que los investigadores tuvieron que reajustar sus pruebas para poder captura los rangos completos de los COV.

El limoneno es una sustancia bastante segura cuando se mezcla con otros químicos, sin embargo resulta peligrosa cuando se inhala solo. Cuando se combina con otros elementos, como los encontrados en el aire de la cocina, sala o dormitorio, el limoneno se puede convertir en formaldehido que es un compuesto químico que es una sustancia potencialmente cancerígena, que irrita los ojos y la piel, y puede provocar ataques de tos, náuseas y ponernos en riesgo de desarrollar cáncer en nariz o garganta.

El ser humano es muy sensible a la exposición a formaldehidos cuando estos se absorben a través de la piel o son inhalados a través de nariz o boca, por lo tanto la exposición prolongada a productos de limpieza casera y velas cítricas pueden tener oculto un potencial y serio peligro para la salud de las familias.

Una vez que los investigadores descubrieron los peligros potenciales del limoneno en el ambiente, se propusieron encontrar la manera de reducir la presencia del formaldehido en el aire por lo que se dieron a la tarea de realizar un segundo experimento en el cual colocaron plantas de interior en el mismo ambiente en el que se encontraba tanto limoneno como formaldehido. Después de probar con varias plantas encontraron que plantas como la de lavanda, helechos como el de cola de ardilla o davallia y la osmunda japónica resultaron ser las más efectivas para reducir los agentes químicos del aire.

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