CIUDAD DE MÉXICO,- Solo hay una forma de acabar con Pemex: generarle una insolvencia por una elevada carga fiscal y mediante un paquete de medidas, la sensación de convertirla en una empresa insolvente, el Gobierno dentro de poco habrá conseguido su objetivo enfatiza en su estudio la agencia Fitch.

En la actualidad el 100 por ciento de los impuestos se paga con deuda, señala el reporte de la calificadora con oficina sede en Chicago que alerta, la totalidad de los ingresos de la petrolera antes de impuestos, intereses y amortizaciones (EBITDA) serán transferidos al gobierno mexicano.

“Esencialmente, en lugar que el gobierno pida prestado directamente a inversionistas para financiar su déficit a un costo bajo, Pemex se está endeudando para cubrir 100 por ciento de sus impuestos”, agregó. Si no hay más ajustes al esquema fiscal, la deuda de Pemex que hoy es de 100 mil millones de dólares podría alcanzar los 125 mil millones en los próximos dos a tres años.

Bajo este rubro la deuda de Pemex puede resultar mayor al valor de todas sus reservas probadas a un valor de extracción de 15 dólares por barril, que la agencia Fitch considera insostenible. El gobierno hace «esfuerzos» pero no suficientes y que la compañía puede resultar sostenible bajo sus propios medios.

“Una reducción en los gastos y en la inversión ponen en riesgo y peligro la viabilidad de la empresa. Las reducciones al fondo de pensiones son bastante complejas y hacer despidos tendría reducciones mínimas”, detalla.

Encontró también que Pemex y el gobierno Federal habrían podido ahorrar 330 millones de dólares al año en el pago de intereses desde mediados de 2014, si el gobierno hubiera permitido disminuir su tasa de impuestos.

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