MOSUL, IRAK.- El conflicto yihadista ha obligado a decenas de miles de civiles huir de los combates de Mosul y Siria. Los combates se han intensificado en la ciudad iraquí de Mosul y en el norte de Siria que ha provocado el éxodo de decenas de miles de civiles, agravando así la situación humanitaria en los dos países.
En Mosul, más de 45.000 personas han huido desde el comienzo de la ofensiva de las fuerzas iraquíes para arrebatar la parte oeste de la ciudad a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), informó este domingo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En el norte de Siria, unas 66.000 personas huyeron de los recientes combates en varios frentes de la provincia de Alepo, según indicó la ONU.
Familias enteras escapan de estos enfrentamientos que se han extendido a diferentes frentes, debido a la doble ofensiva de las fuerzas turcas y sus aliados rebeldes, por un lado, y de las tropas sirias apoyadas por Rusia, por el otro.
«Hemos abandonado nuestras casas con las manos vacías, nuestros hijos se mueren de hambre» afirma Jumana, una siria de 25 años que huye con sus dos hijos. «Dáesh (acrónimo árabe del EI) nos disparaba, los aviones nos bombardeaban. Nuestros niños están aterrorizados. Hemos tenido suerte de salvarnos», dice la mujer a la AFP en un pueblo a 18 km de la ciudad de Manbij, el objetivo de muchos de los desplazados.
– Insuficiente –
En Mosul, muchos desplazados han llegado a los campos de acogida de los alrededores de la ciudad, la segunda más importante de Irak.
Una gran parte de ellos dejó sus domicilios desde que las fuerzas iraquíes lanzaron el 19 de febrero una operación en el sector occidental de Mosul con el fin de retomar totalmente al EI su mayor bastión en Irak. Pero corren el riesgo de convertirse en blanco de los francotiradores emboscados del EI o de ser víctimas de los explosivos diseminados por los yihadistas.
El ministro iraquí de los Desplazados y de la Migración calificó el sábado de «claramente insuficiente» el trabajo de las agencias especializadas de la ONU para acoger a los refugiados. Sin embargo, el número de desplazados es inferior a los temores iniciales de la ONU, que temían un éxodo masivo de un millón de habitantes de Mosul.
La OIM estimó que unas 200.000 personas habían huido de los combates en Mosul, desde que empezaron a mediados de octubre pasado, pero varias decenas de miles de ellas regresaron luego a sus casas en la parte oriental de la ciudad. Esta zona de Mosul fue reconquistada a fines de enero por las fuerzas iraquíes.
En el plano militar, las fuerzas iraquíes atacaron este domingo cuatro barrios en poder de los yihadistas en el oeste de Mosul, incluyendo uno que alberga las oficinas del gobierno provincial.
– Tensión en Manbij –
En el norte de Siria la situación militar se complica estas últimas semanas con la implicación de una multitud de actores nacionales y extranjeros.
Lo esencial de los 66.000 desplazados huyeron de los alrededores de Al Bab, un importante feudo del EI en esta región que fue reconquistado por las fuerzas turcas y grupos rebeldes sirios aliados el 23 de febrero, tras semanas de intensos enfrentamientos.
Por otra parte, las tropas del régimen de Bashar al Asad, respaldadas por la aviación rusa, también llevan a cabo desde enero una ofensiva para expulsar a los yihadistas del EI del sudeste de Alepo. En esa provincia, dos atentados suicidas perpetrados por el EI el domingo mataron a 15 personas, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
A medida que los combates se acercan a Manbij (este de Alepo), en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, alianza arabokurda), la situación humanitaria empeora.
«El número de desplazados ya supera los 40.000 y no deja de aumentar por los combates entre el régimen y Dáesh», acrónimo en árabe del EI, advertía el sábado a la AFP Ibrahim al Quftan, copresidente de la administración civil de Manjib.
El conflicto en Siria, que a mediados de marzo entrará en su séptimo año, ha causado más de 310.000 muertos y millones de desplazados.
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