
CIUDAD DE MÉXICO.- La inflación anual de México aceleró su ritmo hasta julio aunque a una tasa inferior a la que esperaba el mercado, lo cual reduce la presión al Banco de México (Banxico) para que defina la política monetaria en su reunión de esta semana, luego que en junio subió agresivamente su tasa clave.
La tasa de inflación se ubicó en un 2.65 por ciento hasta julio, mayor al 2.54 por ciento de junio pero por debajo del 2.74 por ciento del mismo mes del año pasado, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, INEGI, publicadas el martes.
La cifra quedó también debajo del 2.73 por ciento esperado por analistas en un sondeo previo y en la zona baja del objetivo de inflación de Banco de México, de 3.0 por ciento, más o menos un punto porcentual.
El índice general de precios al consumidor subió un 0.26 por ciento en el séptimo mes del año, impulsado principalmente por un aumento de 1.43 por ciento en los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno.
En tanto, el índice subyacente -considerado un mejor parámetro del estado de los precios porque excluye los productos más volátiles- se ubicó en un 2.97 por ciento interanual hasta julio, sin cambio con respecto al mes previo aunque muy por encima del 2.31 por ciento del mismo mes del 2015.
La inflación subyacente se aceleró en el mes un 0.17 por ciento, debido a alzas en el subíndice de las mercancías, que creció apenas un 0.03 por ciento, y el de los servicios, que sumó un 0.29 por ciento.
Analistas encuestados por esperan que el jueves el Banxico mantenga sin cambio la tasa de referencia en su aviso monetario, aunque la elevaría en 25 puntos base en alguno de los dos anuncios que tiene previsto hacer durante el cuarto trimestre.
El peso mexicano acumula en el año una caída del 7.0 por ciento frente al dólar, lo que mantiene alerta al banco central ante un eventual traspaso de esta debilidad a los precios de la economía, un fenómeno que hasta el momento ha sido moderado.
con información de agencias
jcrh