CIUDAD DE MÉXICO,- Los golpes al país en materia económica generan incertidumbre por cuanto a una mayor inflación y debilidad del peso para el cierre de 2016, entre las consideraciones, la renuncia de Agustín Carstens al Banco de México, el recorte al crecimiento por parte del FMI y que esto se reflejará en los consumidores para 2017.
Los analistas privados consultados por Banxico han revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento económico para México, sus estimaciones consideran que tendrán una expansión de 1.8 por ciento para 2017, proyectando un crecimiento del 2.1 por ciento para el cierre 2016.
Y entre las consideraciones figura la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
La banca central consultó a los analistas sobre el comportamiento estimando para el Producto Interno Bruto de México y estimaron que para 2016 las condiciones de la economía no incitan a hacer una revisión en el comparativo mensual, manteniendo la misma cifra del 2.10 por ciento estimada en octubre para el penúltimo mes del año.
Sin embargo, para 2017 la estimación de crecimiento del PIB fue revisada a la baja en reacción a factores como la incertidumbre cambiaria, la inestabilidad financiera internacional, la plataforma de producción petrolera y el precio de exportación del crudo.
Dentro de las perspectivas de los expertos en materia económica, México crecerá 1.8 por ciento, menor al 2.3 de su estimación previa de octubre.
Las proyecciones de crecimiento emitidas por analistas privados en noviembre se encuentran por debajo de las estimaciones referidas por la Secretaría de Hacienda quién para 2017 espera una expansión del PIB de hasta el 3 por ciento.
En su última estimación, el Banco de México revisó a la baja su proyección y refirió que México podría crecer entre un 1.7 y 2.3 por ciento en 2016 y entre el 1.5 y 2.5 por ciento en el siguiente año.
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