NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Las plataformas políticas de Hillary Clinton y Donald Trump son un juego de contrastes en temas como migración, salud, control de armas y relaciones internacionales, pero guardan similitud en su antagonismo a los acuerdos de libre comercio.
Aunque algunas de las posiciones de ambos han experimentado lo que sus equipos políticos califican como una “evolución” natural a lo largo de la campaña presidencial, las diferencias quedarán expuestas en el primer debate presidencial el próximo lunes en Nueva York.
La migración aparece como la asignatura nacional donde los puntos de vista guardan mayores contrastes, pese a ser un tema central para los votantes latinos, cuyo peso electoral es considerado decisivo en estados como Florida, Nevada y Colorado.
Clinton apoya a una reforma migratoria con una ruta a la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados y la creación de la oficina de asuntos migratorios para coordinar las políticas migratorias a nivel federal, estatal y local.
La candidata demócrata expresó su compromiso de expandir el programa de acción diferida para llegados en la infancia (DACA) que otorga permisos de trabajo y protección contra la deportación a 700 mil jóvenes indocumentados, la mayoría mexicanos.
Clinton respalda el despliegue de tecnologías y rejas inteligentes en lugar de elevar un muro en la frontera con México. Propone humanizar las practicas de detención de indocumentados y poner fin a la detención migratoria de familias en centros de reclusión privados.
Aunque Clinton se declaró en 2014 a favor de la deportación de niños centroamericanos, durante las etapas finales de la campaña presidencial externó su compromiso de evitar ese tipo de repatriaciones.
En contraste, Trump propone crear una “fuerza de deportación” para echar del país a más 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Inicialmente dijo que todos los indocumentados deberían salir del país, pero en las últimas semanas dejó abierta la posibilidad de que la deportación se límite aquellos con antecedentes criminales y examinar más adelante la situación de aquellos con historial limpio.
Trump propone la construcción de un muro en la frontera con México, a un costo de entre cinco y diez mil millones de dólares pagados por el gobierno mexicano. El presidente Enrique Peña Nieto ha insistido que México no pagará por el muro bajo ninguna circunstancia.
El millonario ha amenazado con bloquear los miles de millones de dólares de remesas enviadas a México desde Estados Unidos, elevar el costo de multas y posible cancelación de visas a mexicanos en caso de que México no pague el muro.
Asimismo propone una enmienda a la sección 326 de la Ley patriótica para obligar a las instituciones financieras de Estados Unidos a demandar documentos de identidad antes de abrir una cuenta bancaria o enviar dinero.
La plataforma del republicano propone además triplicar el número de agentes de la oficina de inmigración y aduana, bloqueo de fondos federales a ciudades “santuario” para indocumentados y sanciones a quienes rebasen periodos de estadía de sus visas.
Igualmente planteó negar el derecho a la ciudadanía estadunidense por nacimiento, bloquear el acceso temporal a todos los inmigrantes musulmanes, y rechazar la entrada a sirios.
Las marcadas diferencias entre Clinton y Trump se extienden a la mayoría de asuntos nacionales, domésticos y sociales, así como internacionales.
Clinton apoya por ejemplo mayores y más estrictos controles a la compra de armas, así como la restitución de la ley contra las armas de asalto. En contraste, Trump es un ardiente defensor de la segunda enmienda constitucional que permite la posesión de armas.
En materia de salarios mínimos, la candidata presidencial demócrata apoya su elevación a 12 dólares por hora. En comparación, el millonario estadunidense sostiene que los salarios mínimos actuales, de alrededor de siete dólares por hora, son “demasiado altos”.
En el tema de los impuestos, Clinton propone un plan para elevar las tasas impositivas a los estadunidenses de mayores ingresos. En contraste Trump plantea reducir la tasa de impuestos corporativos del 28 al 15 por ciento.
En política exterior, Clinton votó a favor de la guerra de Irak, pero después reconoció que fue un error y votó por un retiro de las tropas estadunidenses. Aunque Trump dijo que se opuso a la guerra en Irak, fue grabado públicamente afirmando lo contrario en 2012.
Los candidatos presidenciales demócrata y republicano comparten con matices puntos de vista similares en su oposición a los tratados de libre comercio firmados por Estados Unidos y a la propuesta de Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
Aunque Clinton apoyó el TPP siendo secretaria de Estado, al final de su negociación dijo que no cumplía con estándares apropiados. El cambio de su posición política fue vista por expertos como un intento de cortejar el apoyo político de los sindicatos estadunidenses.
Trump se opone lo mismo al TPP que al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Durante sucesivas apariciones públicas, ha dicho que buscará renegociar el tratado de libre comercio entre México Estados Unidos y Canadá, Y que lo abandonará en caso de no lograr una negociación satisfactoria.
con información de agencias
jcrh