CIUDAD DE MÉXICO,- La vinculación academia-empresa, como una alternativa para que las investigaciones no terminen en un reporte sino en un producto o servicio que beneficie a la sociedad. Dentro de la Segunda Jornada de Innovación y Emprendimiento, que organizó el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IBT-UNAM), campus Morelos, asistieron principalmente estudiantes.
Especialistas coincidieron que para incrementar la economía y calidad de vida de la población, México debe generar su propio conocimiento y tecnología y ya no depender de otros países.
“Una opción para mejorar como país es fomentar el emprendimiento”, dijo Grecia Fuentes, presidenta de la Asociación de Innovadores con Ciencia, integrada por 10 empresas creadas por académicos y estudiantes del IBT.
Una de las seis charlas que se realizaron en el encuentro académico, estuvo a cargo del investigador Leobardo Serrano, quien dijo que “el ecosistema se está prestando para esto (creación de empresas), está realmente efervesciendo (…) jóvenes, consideren este camino como una oportunidad, más que nada, para incidir de una manera clara en la sociedad”.
Serrano, quien obtuvo el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos 1995 y 2002, comentó que es muy importante que en un proyecto empresarial se tenga un equipo multidisciplinario.
“Ese a la mejor es el principal defecto que como investigadores a veces tenemos, queremos ser todologos y no podemos”, comentó uno de los fundadores de la empresa Agro&Biotecnia.
Para Miguel Ángel Gómez, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), Unidad Irapuato, -institución que forma parte de la Mesa Directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico- una de las misiones de los Centros de Investigación y de las universidades, es promover la creación de empresas, y ahora con las reformas a las leyes, es más sencillo hacerlo.
De acuerdo con el Reglamento para la Administración de los Ingresos propios del CINVESTAV, dijo: “50 por ciento –de las regalías- es para la dependencia, 40 por ciento para el grupo de investigadores y personal de apoyo y 10 por ciento para la administración central del Centro”.
Aconsejó a los estudiantes a no presentar proyectos a las empresas sino soluciones que demande el mercado.
“Hay muchas empresas que realmente necesitan del apoyo de los investigadores, y sí, los resultados son positivos”, dijo durante su charla Las proteínas recombinantes, interés académico y comercial.
La confianza es un factor determinante en la vinculación academia-empresa debido a que se trata de un ecosistema joven, dijo Karla Cedano, directora general de InnoBa, Centro Lavín para el Desarrollo de Innovación y Transferencia Tecnológica.
r3