PARÍS,- La capital de Francia que acoge a cerca de diez millones de habitantes, ha recibido múltiples apelativos generados por el asombro de los visitantes, se bautizó como la capital de la moda, capital del arte, incluso del amor; entre ellos también apareció la Ciudad de la Luz.
Este último apelativo se debió a que durante el reinado de Luis XVI aparecieron crímenes en la vía pública lo que motivó la instalación de tres mil linternas en las principales arterias de aquella ciudad algo que no era habitual en ninguna ciudad europea. La Ciudad de la Luz es visitada anualmente por 40 mil millones de turistas para conocer, por mencionar algunas, las grandes construcciones como la Torre Eiffel y la emblemática Pirámide del Museo del Louvre.
Nos faltaría espacio para enumerar el encanto y peculiaridad de la Ciudad de la Luz, pero sería un contrasentido en esta nota. Hoy nos corresponde repasar cómo las lluvias e inundaciones han intentado apagar la Luz de la capital francesa.
La crisis provocada por este fenómeno natural ha provocado que el presidente francés Francois Hollande ordenara la proclamación, para el próximo miércoles, de catástrofe natural para las zonas más afectadas por el temporal.
El río Sena, que divide a la capital francesa en dos islas, de la Cité y de Saint Louis y que desemboca en el Canal de La Mancha, superó su crecida esperada por autoridades francesas debido a las constantes lluvias.
Ante este hecho, autoridades locales estiman que el río pueda alcanzar entre 6.30 y 6.50 metros de altura.
Las fuertes lluvias comenzaron el pasado domingo y han azotado principalmente al transporte parisino, además de ello, atractivos únicos como el museo de Louvre y de Orsay ya clausuraron temporalmente el acceso para implementar un plan de acción para proteger las obras de arte.
Según la agencia EFE, alrededor de 20 mil hogares seguían sin electricidad y unas 20 mil ya fueron evacuadas; además, en la autopista París-Orleans, unos 300 autos fueron abandonados por sus propietarios debido a la crecida del Sena.
El primer ministro Manuel Valls reconoció que la situación sigue “tensa y dificil” en algunas calles inundadas de la localidad Nemours, ubicada a 80 kilómetros al sur de París, según AFP. Un testimonio que recogió otro medio galo no vacila:“Vivo aquí (Neumours) desde hace 60 años y nunca había visto algo comparable”, Sylvette Gounaund.
Las inundaciones históricas de 1910 alcanzaron los ocho metros de altura y por el momento las lluvias no se detienen en aquellas tierras. Otro país europeo afectado por este fenómeno es Alemania. Un portavoz de la policía local informó que cuatro personas murieron debido a las lluvias torrenciales: “No tenemos lo peor”, dijo preocupado a medio locales.
En la localidad alemana de Simbach am Inn “el agua subió tan rápido que prácticamente nadie tuvo tiempo de huir”, señalaron autoridades alemanas. La canciller alemana Angela Merkel declaró “lloro por las gente que murió en las inundaciones, esta situación de urgencia muestra que en Alemania somos solidarios”.
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