CIUDAD DE MÉXICO,-  El auge que venía observando la industria automotriz debido a la caída en la demanda de Estados Unidos, en parte golpeada por la baja en los precios de gasolina, ha perdido su auge. El flujo de inversiones de las automotrices extranjeras de casi 26 mil millones de dólares, se está enfriando y está debilitando uno de los pilares de la segunda economía de Latinoamérica.

La producción de automóviles ha bajado durante cuatro meses consecutivos, su racha más larga desde 2009, encabezada por caídas de Fiat Chrysler Automobiles, Mazda y Volkswagen. Las fábricas orientadas a la exportación están vendiendo menos vehículos en el extranjero, con un estancamiento en las entregas a Estados Unidos y caídas en las ventas del resto del mundo.

La caída en los precios de la gasolina ha deteriorado la demanda de coches pequeños (la especialidad de México), particularmente de Estados Unidos, su principal mercado en el extranjero para sus exportaciones. Eso está enfriando a la industria mexicana, puesto que México exporta cuatro de cada cinco vehículos que produce.

El declive también marca una interrupción cuando menos temporal en el ascenso automotriz de México, donde la producción de vehículos saltó 50 por ciento en los cinco años previos a 2015.

“Esta es una luz amarilla para la economía mexicana porque la exportación de automóviles representa cerca de una cuarta parte de sus exportaciones totales” dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para México del Bank of America, en una entrevista telefónica.

Esa es una de las razones por las que están pronosticando una expansión económica del 2.3 por ciento para este año, por abajo de la mediana de 2.5 por ciento estimado por 26 analistas recopilados por Bloomberg.

“La caída se debe a la disminución de la demanda en los mercados de Norteamérica (EU y Canadá), a donde exportamos la mitad de nuestra producción”, respondió el vocero de Mazda, David Hernández vía correo electrónico. “Tenemos un sistema de producción flexible que nos permite adaptarnos a las bajas y altas del mercado con una facilidad relativa”.

La actual producción de Volkswagen está en línea con los planes, respondió en un correo electrónico el vocero de la compañía, René Saldaña. Fiat Chrysler no respondió.

Las ventas de automóviles en EU disminuyeron en mayo, lo cual se suma al temor de que las automotrices no puedan mantener el ritmo de ventas del año pasado y esto se relaciona con México, puesto que la mitad de todos los autos que se producen en el país latinoamericano por lo general son vendidos en el mercado estadounidense, a veces más.

México es particularmente vulnerable porque muchas de sus fábricas producen autos pequeños, los cuales se pueden fabricar con buenos márgenes de ganancia ya que sus costos laborales son de una quinta parte respecto a EU. Sin embargo, con precios del petróleo a la mitad que hace dos años, el abaratamiento de la gasolina está inclinando a muchos compradores a elegir modelos más grandes.

“En el pasado, México produjo un gran número de camiones ligeros y ahora toda la inversión se ha ido a los autos compactos y subcompactos”, dijo Guido Vildozo, analista de IHS Automotive. “La gasolina barata significa que el consumidor optará por autos más grandes”.

Por otra parte, las ventas de automóviles en el mercado mexicano está fijando nuevos records, pero aún no son lo suficientemente fuertes para contrarrestar la caída de las exportaciones. Las armadoras vendieron 1.35 millones de autos y camionetas en México durante 2015.

Algo es seguro, la desaceleración podrá ser temporal en tanto que nuevas plantas comienzan sus planes de producción. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que la producción de automóviles de México podrá alcanzar las cinco millones de unidades para 2020. El año pasado se alcanzo una producción récord de 3.4 millones de unidades.

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