MÉXICO.- La semilla de la manzana, especialmente para combatir el cáncer, se está convirtiendo en un remedio natural muy efectivo. Es un producto 10.000 veces más fuerte contra este mal, que una sesión de quimioterapia.
Diversos y recientes estudios científicos han hallado en la manzana muchos compuestos antioxidantes gracias a la acción de los fitoquímicos. Los antioxidantes que contiene la manzana ayudan a prevenir el daño de las células y los tejidos.
La semilla de la manzana, así como la de las ciruelas y las mandarinas, son ricas en Vit. B 17, conocida también como amigdalina. Esta vitamina está formada por una molécula de benzaldehido y otra molécula de cianuro. Se ha descubierto las propiedades curativas de la vitamina B-17 contra del cáncer, lo que se manifiesta que en presencia de agua y de la enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 produce cianuro y benzaldehido, compuestos que particularmente son bastante tóxicos, pero trabajando en simbiosis aumentan sus efectos.
Lo beneficioso es que la enzima beta-glucosamidasa, se encuentra en grandes cantidades en las células cancerosas, y en una proporción muy pequeña en el resto de las células del cuerpo. Por tanto, estas sustancias tóxicas terminan destruyendo solamente a las células tumorales.
Estas semillas destruyen las células malignas de muchos tipos de cáncer entre los que se encuentran:
-Cáncer de próstata
-Cáncer de mama
-Cáncer de pulmón
-Cáncer de páncreas
-Cáncer de útero
-Cáncer de estómago
-Cáncer de hígado
Su efecto es mucho más potente al que tiene el Adriamycin, que es una droga que se usa en la quimioterapia y que es la más común que se utiliza en este tipo de tratamientos en todo el mundo.
Hay que destacar que diversas empresas privadas así como las grandes farmacéuticas no están para nada interesadas en que nos enteremos de que la cura y la prevención de las enfermedades muchas veces resida en este tipo de soluciones naturales.
Las semillas de manzana se comen directamente o podemos mezclarlas con una ensalada o un jugo y además de tener capacidades altamente anticancerígenas se la atribuyen muchas otras propiedades aunque esta es la más importante sin lugar a dudas.
Entre otras de sus bondades, podemos encontrar que son consideradas un agente antimicrobial contra las bacterias y los hongos y es también eficaz contra los parásitos internos, además de que regula la presión arterial alta y actúa como antidepresiva. También mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
Lo bueno de consumir estas semillas aun cuando uno no tenga un tumor, es que nos ayudan a prevenir muchas otras enfermedades y aunque su sabor no sea quizás de lo más agradable lo cierto es que vale la pena no tirarlas.
El equipo liderado por el profesor Rui Hai Liu, del Departamento de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Cornell, dividió la manzana en piel y pulpa, los resultados arrojaron que el extracto de piel de este fruto inhibía en un 43 por ciento el cáncer y la pulpa en un 29 por ciento. En el caso de cáncer de hígado, el extracto de piel inhibía las células cancerígenas en un 57 por ciento y el extracto de pulpa en un 40 por ciento.
Estos resultados fueron recibidos con optimismo por la Sociedad Americana del Cáncer, aunque prefirieron tomar con cautela estas conclusiones. Consideran que es demasiado pronto para decir exactamente qué sustancias de las manzanas otorgan esta protección, afirmando que por el momento que «la mejor manera de disminuir el riesgo de cáncer es comer suficientes y variadas frutas frescas y verduras».
Finalmente, Hai Lui, recomienda a las personas que tienen cáncer, masticar lentamente 3 a 5 semillas de estos frutos cada hora, y conservarlas en la boca hasta que se licuen. Para acción preventiva, se indican 7 a 10 semillas diarias. Por lo anterior, es conveniente entonces, comer la manzana y sus semillas.
con información de la Universidad de Cornell
jcrh