TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Médicos del Centro de Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, afirman que el refresco de dieta produce más hambre y por lo tanto, provoca el aumento de peso.
Los endulzantes artificiales como el que contiene esta bebida, activan los receptores de dulzor en el cerebro, lo que hace que el cuerpo se prepare para recibir esa calorías.
Pero en realidad estas nunca llegan porque el refresco no las contiene y el cuerpo todavía las ansía. El primer y único instinto es llenarlas con otra cosa, es decir, comienzas a sentir hambre y ansiedad.
Por esta circunstancia el debate entre si el refresco de dieta quita el hambre abre la polémica sobre si contribuye a ganar peso o a su pérdida. Los investigadores han comprobado los efectos y aquellas personas que gustan de este tipo de refresco, deben conocer antes de consumirlo.
Con el refresco de dieta lo único que se trata de hacer es engañar al cerebro y cuerpo. Las calorías regulares en el azúcar tienen consecuencias. Una de ellas es que acaba con la ansiedad y da la sensación de estar lleno.
El cuerpo sabe que un sabor dulce significa que consumes calorías en forma de quemarlas porque de lo contrario, se convertirán en grasa. En cambio, los saborizantes artificiales, como el que contiene el refresco de dieta, confunde al cuerpo y provoca antojos de más cosas dulces.
Esta no es la única forma en que el refresco de dieta afecta tu peso. Otra de las consecuencias de esta bebida es que hace a las bacterias intestinales vulnerables a resistir la insulina y la glucosa, lo cual también causa aumento de peso. Esto se traduce en que pienses que haces bien al tomar bebidas sin calorías, cuando el realidad solo te ayudas a ganar grasa, sobre todo en el abdomen.
Dejar de tomar este tipo de refresco quizá sea más difícil de lo que parece para muchos. Las alternativas pueden ser agua gasificada con limón y un poco de azúcar de tu preferencia, o simplemente aguas de frutas naturales.
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