PUEBLA,-  La cifra es alarmante, México reúne alrededor de 15 millones de personas padecen hipertensión arterial y más de 57 por ciento de los pacientes no siguen ningún tratamiento y desconocen su condición por lo que resulta apremiante acudir al médico para realizarse un chequeo de manera periódica.

En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, la Secretaría de Salud del Estado de Puebla (SSEP), dio a conocer que cerca de 75 por ciento de los pacientes hipertensos tienen una edad menor a 54 años, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión es el factor de riesgo número uno de muerte.

Se estima que uno de cada tres adultos del mundo padece hipertensión. Esa proporción aumenta con la edad: una de cada diez personas de 20 a 40 años, y cinco de cada diez de 50 a 60 años.

Para la Secretaría de Salud del Estado de Puebla (SSEP) es prioridad trabajar en la prevención de enfermedades, por lo que, como cada año, se suma a la conmemoración del Día Mundial de la Hipertensión Arterial.

El objetivo es crear conciencia sobre las consecuencias de este padecimiento en la salud de las personas, pero sobre todo reiterar el llamado a la población en general para que acudan con el médico para realizarse una prueba de detección y así evitar complicaciones de salud.

La Hipertensión Arterial es una enfermedad crónico no trasmisible, que puede aparecer en cualquier etapa de la vida y derivarse del tabaquismo, de la vida sedentaria, la obesidad, la falta de actividad física e incluso por factores hereditarios.

También se informó que una persona puede tener la presión arterial alta y no saberlo, ya que usualmente no presenta síntomas, sin embargo puede producir diversas molestias que podrían alertar al paciente para acudir al médico, como ansiedad, dolores de cabeza, fatiga, mareos al levantarse o al cambiar de posición.

Cuando la enfermedad es más grave los síntomas de alerta son confusión, visión borrosa o visión de «luces», náuseas, vómitos, dolor de pecho, respiración entrecortada, zumbido de oídos, hemorragia nasal, adormecimiento de mitad del cuerpo y sudor excesivo.

Este padecimiento se puede prevenir al modificar los factores de riesgo mencionados, y modificando algunos estilos de vida por uno más saludable, el cual incluya disminuir el consumo de sal, seguir una dieta equilibrada, evitar el alcohol y tabaco, hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable, además de acudir al Centro de Salud para realizarse una toma de la presión arterial al menos una vez por año.

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