MÉXICO.- Existe un nuevo campo en la industria farmacéutica, y México se encuentra inmerso en él, decidido a dar competencia: el de los medicamentos biotecnológicos. Especialmente, aquellos relacionados con tratamiento del cáncer y enfermedades reumatológicas y neurológicas.
Los fármacos de origen biológico pueden provenir de microorganismos, órganos y tejidos de origen animal o vegetal, células o fluidos de origen humano o animal; entre otros”, detalla un estudio realizado por ProMéxico.
Ante la pérdida de patentes los laboratorios farmacéuticos han optado por desarrollar medicamentos innovadores y especializados a través de esta rama, la cual a través de la tecnología utiliza sistemas biológicos y organismos vivos, o sus derivados.
Recordemos que un biofármaco es aquel producto que posee una sustancia activa de origen biológico o biotecnológico, por ejemplo, la insulina humana.
En México, el 35 por ciento de las solicitudes de nuevos registros de sustancias innovadoras que recibe la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) corresponden a moléculas derivadas de procesos biotecnológicos.
Debemos destacar que gracias a la entrada en vigor de la NOM-257, la cual establece los requisitos para este tipo de productos, en México se tiene mayor certidumbre para la industria y la posible llegada de más inversiones.
Según datos de ProMéxico, en los últimos años México ha atraído la llegada de empresas relacionadas con el rubro de la biotecnología farmacéutica como Amgen, la cual anunció que entre 2011 y 2016 invertiría más de 100 millones de dólares en el país en recursos humanos especializados y transferencia de tecnología.
Sin embargo, también hay compañías nacionales como Landsteiner y Probiomed que apuestan a desarrollar fármacos biotecnológicos, sean innovadores o biocomparables.
Guillermo Carrasco, profesor investigador de la Escuela de Negocios del ITESM, añadió que en el País hay una fuerte tradición de investigación biotecnológica de casi medio siglo –principalmente en la UNAM–, lo que se traduce en personal preparado.
Sin embargo falta mayor vinculación de la industria con la academia para que puedan detonar innovaciones tecnológicas con impacto en el mercado. De ahí que al momento, la gran mayoría de los esfuerzo se encuentren encaminados al desarrollo de vacunas.
A nivel mundial, indicó, México está compitiendo con países como la India e Israel para atraer inversiones en el ramo de la biotecnología. Otras naciones como Brasil incluso ofrecen incentivos para que laboratorios farmacéuticos desarrollen medicamentos biotecnológicos.
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