MÉXICO.- La próxima semana, el gigante farmacéutico francés Sanofi presentará la vacuna Dengvaxia, la primera contra el dengue y México, será el segundo país detrás de Filipinas, que contará con este medicamento.
La población de entre 9 y 45 años podrá recibirla en consultorios privados desde el próximo lunes.
Después de que Filipinas y el estado brasileño de Paraná pusieron en marcha programas públicos de vacunación, la firma ingresó en México a través del sector privado en tanto las autoridades preparan su propio plan público.
Con el fin de garantizar el abasto de este medicamento, Guillaume Leroy, responsable del programa sobre el dengue de Sanofi, dijo que se ha destinado un millón de muestras, tan sólo para el mercado mexicano.
Leroy también señaló que es difícil hacer un cálculo sobre el coste que tendrá la vacuna en México porque dependerá de las redes de distribución y del programa público de inmunización.
El coste del dengue para los países afectados es de 18.000 millones de dólares.
Estimamos que en México y en otros países los beneficios superarán los costos» de la vacuna, expuso Leroy. La firma tendrá, prosiguió, «políticas justas en todo el mundo y asequibles para las autoridades sanitarias».
México fue el primer país en el mundo en aprobar la vacuna en diciembre del año pasado. Filipinas, Brasil, Perú, Paraguay, El Salvador y Guatemala le siguieron los pasos. Sanofi espera la autorización de otros 18 países.
Según informes y datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se registran 400 millones de casos de dengue en el planeta.
Para poder contar con este medicamento, Sanofi empleó alrededor de 20 años de investigación con un coste de 1.700 millones de dólares. El dengue causa una fiebre paralizante, además de dolor muscular y de articulaciones.
Pruebas clínicas aplicadas a 40.000 personas de 15 países mostraron que Dengvaxia puede inmunizar a dos terceras partes de las personas entre 9 y 45 años, llegando a un 93% para la forma más severa de la enfermedad, el dengue hemorrágico.
Se comprobó también que el riesgo de hospitalización se redujo un 80%.
jcrh