Los casos autóctonos de zika comenzaron a aparecer en la zona de Wynwood desde el 29 de julio pasado, y son los primeros que se registran en Estados Unidos en forma directa por picadura del mosquito Aedes aegypti.
Los casos previos de zika en Estados Unidos correspondían a personas que se contagiaron al viajar a países donde había brotes de la enfermedad, con mil 818 reportes según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). Durante la última semana, las autoridades han realizado fumigaciones aéreas en la ciudad para contrarrestar la propagación de mosquitos, con la preocupación centrada en el regreso a clases de miles de menores el próximo 22 de agosto.
Pese a que la zona turística de Wynwood, un barrio de galerías, bares y restaurantes, ha sido la más afectada por la alerta de viajes emitida por las autoridades sanitarias, el brote no parece ahuyentar a las personas que planean visitar el estado.
Una encuesta de la Universidad de Florida reveló que sólo 10 por ciento de turistas encuestados decidió cambiar sus planes de viaje al estado debido al brote de zika.
El virus ha sido vinculado con casos de microcefalia en bebés que estaban en gestación cuando sus madres resultaron infectadas con el virus, así como con el síndrome de Guillain Barré, un trastorno neurológico que puede llegar a ocasionar parálisis.
La advertencia de no viajar al cuadrante marcado en Miami-Dade, la única en su tipo en Estados Unidos, recomienda que las mujeres embarazadas eviten el área y a otros visitantes tomar precauciones, incluyendo la aplicación de repelente o el uso de pantalones y ropa de manga larga.
La industria turística es el principal motor de la economía de Florida y cifras oficiales reveladas este viernes señalan que el estado recibió 57.4 millones de visitantes en el primer semestre del ano, batiendo el récord del estado para un semestre.
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