«Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie».
El Gatopardo
Se le veía muy contento, lucía un elegante traje y una llamativa corbata italiana, camisa de mancuernillas e impecablemente peinada su aún abundante cabellera gris tirando a blanca. Sin titubeos, narró que había asistido al Juego de las Estrellas del beisbol de las Ligas Mayores en San Diego, invitado por el dirigente de MORENA en Baja California y que hasta se tomó fotos con el popular pelotero de los Medias Rojas David “ Big Papi” Ortiz. No mencionó el costo de la invitación, ya que se dice que el precio de los boletos para ese evento fue superior a los mil dólares. A pesar de que se había pronunciado en días pasados a favor del movimiento violento de los maistros de la CNTE, en está ocasión sostuvo que la Reforma Educativa no debe ser derogada ya que sería “la claudicación del gobierno, no se trata de jugar a las vencidas” y “no nos conviene a nadie”.
Quien esto decía era nada menos que Andrés Manuel López Obrador durante una entrevista que le realizó su seguidor Ciro Gómez Leyva en su muy visto y escuchado programa noticioso de las mañanas. Conforme avanzaba la conversación eran más las sorpresas que nos daba López, ya que se advertía en el tabasqueño una marcada intención de cambiar el tono de las cosas que dice y que nos tiene acostumbrados. Sonaba más conciliador y mucho menos agresivo, como su famosa República amorosa que a veces menciona y no eludió ningún tema que le preguntaron como el de que vivía. Aclaró que tiene ingresos por su “sueldo” de 50 mil pesos en el partido, la venta de sus libros y por las conferencias que dicta y por las que le pagan 3 mil dólares, aunque ya le va a subir a 5 mil. Es más, dijo que venía una conferencia en la que le iban a pagar 20 mil de los verdes. También negó que su hijo tuviera un Lamborghini o mansión en Santa Fe y a él solo le queda su finca de “La Chingada” ya que “aunque es Peje no es lagarto”.
Gómez Leyva le preguntó si había presentado su declaración de 3de3 y reconoció que no “pero la voy a presentar, no tengo nada que ocultar”. En cuanto a La Reforma Educativa mencionó que no debía de derogarse sino renegociarla escuchando a los maestros y que la evaluación no deba realizarse en forma punitiva y si con sentido pedagógico. Negó que en la CNTE se vendan las plazas de maestro, “eso lo invento el secretario de Educación”, sin que convenciera a Ciro con su respuesta y agregó que la Reforma debiera revisarse en un periodo extraordinario en el Congreso antes del primero de septiembre, pero no derogarse porque sería la claudicación del gobierno y “nosotros no queremos construir el nuevo México a partir de escombros, tiene que haber autoridad y tenemos que llegar al 2018 con estabilidad y paz social, para que la entrega se de en un ambiente de normalidad política”. Por lo que ya da por descontado su triunfo en la elección presidencial y olvidando cuantas veces él ha puesto en riesgo esa paz social: remember 2006 y las tomas del Zócalo y el Paseo de La Reforma.
Pero todavía nos tenía guardada la nota periodística del día y esta se dio cuando el periodista le preguntó si se sentaría a dialogar con el PRD si este buscara una alianza con la izquierda. Respondió que lo tenía que analizar y que los amarillos tenían que ser muy claros de no hacer acuerdos con los partidos que forman parte de la “mafia en el poder” y siempre que se marque una sana distancia con el régimen. Agregó que se tendría que revisar en los órganos de dirección de MORENA. La respuesta de Andrés Manuel dicha “casualmente” solo dos días antes de que se eligiera al nuevo dirigente del PRD y con la certeza de que sería Alejandra Barrales la elegida, que como se sabe es incondicional de Miguel Ángel Mancera y partidaria de las alianzas con el PAN, tuvo más veneno que la mordedura de una nauyaca. Por segundos nos hizo olvidar el pleito jarocho que sostiene con varias tribus del Sol Azteca, pero la verdad es que nos hizo abrir bien los ojos y detectar su propósito de acabar su cerrazón con los amarillos a través de un discreto coqueteo que les envió con la entrevista.
Miguel Ángel Mancera fue de los primeros en detectar la jiribilla del «Peje» y de inmediato manifestó que la alianza entre los partidos de izquierda no debe ser condicionada y agregó que “Las convocatorias deben ser sin condiciones” y “que no le queda el saco” respecto de la relación del PRD con la “mafia en el poder”. En similares términos se pronunció Alejandra Barrales una vez que fue electa, para no dejar solo a su jefe. Pero hubo otros perredistas que celebraron la disposición del tabasqueño a dialogar como fue el caso de la comisión que integran, entre otros, Ifigenia Martínez, Pablo Gómez y Leonel Godoy. Tampoco podía faltar el cuasi apoyo que expresó el dirigente de la corriente Izquierda Democrática Nacional, el famoso profesor René Bejarano, que aunque no está en los mejores términos con López, es un enemigo decidido de las alianzas con el PAN y dijo que “de ninguna manera iríamos con una candidatura de un panista a la presidencia en el 2018” y que “no se trata de ganar para perder”, pero que el PRD deberá enfrentar la “auto suficiencia purista de MORENA”, dando a entender que la alianza con el «Peje» no era incondicional.
El asunto y su complejidad hizo que a muchos les dieran escalofríos, empezando por la corriente Nueva Izquierda de los Chuchos que hacen fuchi nada mas de oír el nombre del “ Mesías Tropical” y que no les alegraría para nada el regreso del “ expresidente legítimo” al partido. Pero de igual manera, esa posibilidad se le atraganta a Ricardo “El Cerillo” Anaya que ya saboreaba la alianza entre azules y amarillos y su soñada candidatura a la presidencia. La probabilidad de que ocurra tampoco hizo gracia en las huestes priistas que contemplaban como muy remoto ese escenario. Saben los tricolores que en las elecciones de junio, entre PRD y MORENA si hubieran ido unidos alcanzarían un 32% del voto, dos puntos más que el PRI. La alianza de la izquierda sería más congruente que la” anti natura “con los del Bien Común y les reportaría resultados más congruentes. Al PRD le permitiría recobrar algo de lo perdido y continuar existiendo ya que al día de hoy es un partido en picada y con pocas posibilidades de valerse por si mismo, sobre todo ahora que Mancera, a través de la Barrales, ejercerá un gran poder de decisión al interior. Además, la nueva presidenta de los amarillos trae la mira puesta en el gobierno de la Ciudad de México y no se le olvida quien proyecta a Ricardo Monreal para lo mismo.
Total que lo dicho por el «Peje” en el programa de Ciro, ha desatado la especulación de todos los actores de la clase política del país. Ya hasta se teoriza, por los grillos tradicionales, si esta alianza no la pondrían en marcha desde las decisivas y muy próximas elecciones en el Estado de México. Mucho habrán de trabajar los expertos de Enrique Ochoa ante esta posibilidad y deben estar más que preparados.
Si la coqueteada del Peje se hace realidad que “Dios nos agarre confesados”, porque López quiere proyectar un cambio que no se lo cree ni él en su propósito de llegar a la grande.
jcrh