Propecia, el secreto del cabello de Trump | Digitall Post : Digitall Post
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Propecia, el secreto del cabello de Trump

Propecia, el secreto del cabello de Trump

ESTADOS UNIDOS.- Una de las grandes controversias alrededor de Donald Trump (además de su salud mental), gira en torno a su cabello. ¿Es natural, es implante, se trata de una peluca? Bueno, estos cuestionamientos finalmente llegan a su fin.

El cabello del presidente de Estados Unidos en cien por ciento natural. A sus 70 años (por cierto es el hombre de mayor edad en llegar a la Casa Blanca), es dueño de una particular melena gracias a que toma Finasterida, también conocida como Propecia, un fármaco que se utiliza para tratar la hipertrofia próstatica benigna y en algunos casos para el tratamiento de la caída del cabello en hombres.

Esta revelación fue dada a conocer por Harold Bornstein, médico del mandatario por medio de un artículo publicado este 1 de de febrero en el diario The New York Times. Este galeno, se ha encargado del estado de salud de Trump, desde 1980.



digtallpost, donald y su madre Mary, compartían el estilo de peinado
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Hay que destacar que el cabello y peinado de Trump, con frecuencia ha sido comparado con el estilo usado por su madre Mary, quien tenia igualmente la costumbre de peinar su cabello hacia un lado, tal y como hoy en día exhibe su hijo Donald.

Por otro lado, pese a que se dice que goza de cabal salud, el actual presidente de Estados Unidos, toma medicamento para tres dolencias. Una de las medicinas, como ya señalamos está enfocada a la próstata y estimula también el crecimiento del cabello.

Previamente, el actual presidente se hacía atender con Jacob Bornstein, el padre del médico. Hasta el momento en el que se publicó la nota, de acuerdo al Times, nadie de la Casa Blanca había pedido copias del récord médico del mandatario, documentos que posee desde hace 36 años y que tampoco había tenido contacto con él desde que fue elegido presidente. Previo a ello, Trump acudía a la consulta del galeno, ubicada en una oficina privada en Nueva York, por lo menos una vez al año. Se practicaba exámenes de rutina anuales y colonoscopías, según el medio estadounidense.

Bornstein hizo públicos algunos de los datos en una carta el pasado 13 de septiembre de 2016 que dieron a conocer un poco más de la salud del actual presidente. En el documento, publicado en el sitio web del New York Times, consta que Trump mide 1.91 y pesa 236 libras. Su presión arterial normal es de 116/70 y toma una medicación llamada rosuvastatin comercializada como Crestor para disminuir el colesterol y otros lípidos. El médico no reveló qué tan altos eran los lípidos antes de la terapia con el medicamento. Sin embargo, reportó que los niveles de colesterol del magnate estaban en un rango normal: Colesterol 169, colesterol HDL 63, colesterol LDL 94, triglicéridos 61.



Adicionalmente escribió que, de acuerdo al análisis del antígeno prostático específico, Trump presentaba un nivel de 0.15 PSA lo que llevó a urólogos a decir que debía tratarse por un agrandamiento de próstata o cáncer en la misma.

Adicionalmente, el médico confesó que le recetó a Trump tetracicilina, un antibiótico utilizado para controlar la rosácea, una enfermedad crónica que afecta la piel y a veces los ojos causando enrojecimiento, granos, espinillas y que puede llegar a causar engrosamiento de la piel, según el NIH (Instituto Nacional de Artrítis y Enfermedades Muscoloesqueléticas y de la Piel). Adicionalmente, alegó estar seguro de que Trump estaba al día en sus exámenes de VIH y que, de ser designado como el médico de la Casa Blanca, duda que incluiría en Trump un examen anual y psicosométrico con el fin de detectar una posible demencia.

Esto pese a que el padre de Trump, Fred, sufrió de Alzheimer cuando rondaba los 80 años, según el medio.

con información de The York Times y The Guardian

jcrh