CIUDAD DE MÉXICO,- A raíz de las contingencias ambientales declaradas porque el aire en esta capital se convierte en irrespirable, se han dictado medidas encaminadas a mejorar el ambiente sin conseguirlo. Crucificado al automovilista para lograr el propósito, dictar normas exhaustivas que en teoría permitirán alcanzar los añorados logros.
Frente al complejo problema la UNAM se ha tomado la responsabilidad para desarrollar un proyecto encaminado a mejorar la movilidad tanto en las calles como en el transporte público más utilizado por los capitalinos: el metro. Somos habitantes de una ciudad cuya movilidad se ha visto afectada por diversos factores: falta de planeación, un transporte rebasado por la población, nula cultura peatonal y vial, entre muchas otras cosas.
Ante el crítico panorama, especialistas del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron un proyecto que podría mejorar la movilidad en nuestra ciudad y sobre todo, nuestra calidad de vida.
Se trata del desarrollo de algoritmos para agilizar el tránsito de los usuarios del metro, la sincronización de los semáforos y mejorar el flujo de automóviles, esto, mediante la simulación del sistema de comunicación y organización de parvadas de pájaros.
De acuerdo con el investigador Carlos Gershenson García, los semáforos auto-organizables reducirían el 50 por ciento el tiempo de traslado y un 25 por ciento las emisiones contaminantes, además de un ahorro de gasolina. Estos semáforos tendrían sensores, a través de los cuales se detectará los puntos con mayor tráfico a fin de permitir el flujo más ágil, es decir, en los puntos con menos congestionamientos se podría detener el paso para permitir el flujo en las zonas con mayor cantidad de autos.
Este tipo de tecnología no es nueva porque ya se aplica en países como Bruselas, Bélgica y Nueva York.
Para mejorar la calidad de traslado en el metro, el investigador destacó que el proyecto se basa en el modelo de comunicación de las hormigas, ello, con el objetivo de hacer eficiente el ascenso y el descenso de pasajeros.
¿Cómo funcionaría? Este proyecto se basa en la comunicación de las hormigas, el cual fue hecho público por la UNAM a finales de 2011 y que tiene como objetivo agilizar el servicio, esto, al establecer el tiempo máximo de espera en las estaciones, controlar el flujo de usuarios en los andenes y el espaciamiento de los trenes.
Para ello, se pretende que las pantallas de las estaciones sean utilizadas no para promover la canción del momento, sino para que te indiquen el tiempo transcurrido desde la partida del último tren y el tiempo de espera para el siguiente. Para apresurar el ascenso y descenso de pasajeros, se propone que algunas puertas del vagón sean usadas para bajar y otras para subir, así como crear regiones de espera para evitar roces y choques entre los usuarios que entran y salen.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro está interesado en aplicar este proyecto piloto en la estación Pino Suárez, sin embargo, están a la espera de la autorización de recursos por parte de la Conacyt.
Estas soluciones pueden ayudar en las horas pico, las propuestas están en la mesa, es cuestión que las autoridades chequen el punto acorde con la realidad y puedan dar su aprobación y lo más importante, trabajar en equipo.
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