WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Que demócratas en el Congreso de Estados Unidos se opongan a Donald Trump, no es una sorpresa. Lo que llama la atención, es que sean algunos republicanos dentro del Capitolio quienes le estén presentando resistencia al presidente electo.

Un pequeño número de republicanos influyentes en el Senado han amenazado con bloquear nominaciones del próximo Gobierno de Trump, desbaratar el posible acercamiento de Estados Unidos con Rusia y con impedir la construcción del muro planeado en la frontera con México, una promesa de campaña del ahora mandatario electo.

El partido mantuvo el control del Senado tras las elecciones del 8 de noviembre, pero sólo por un estrecho margen, lo que coloca a votos decisivos en unas pocas manos poderosas.

El resultado otorga mayor influencia a algunos senadores republicanos disidentes, como Rand Paul de Kentucky y Ted Cruz de Texas. Ambos fueron rivales de Trump en las primarias presidenciales republicanas.

Paul afirma que bloqueará las ratificaciones del Senado si Trump designa al exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani o al exembajador ante la ONU John Bolton para el cargo de secretario de Estado. Por lo que corresponde a Lindsay Graham, legislador de Carolina del Sur, públicamente se ha manifestado en contra de la construcción de un muro en la frontera con México.

También se manifiesta contra la intención de Trump de revocar el estatus legal de inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, y se opone con firmeza al intento de Trump de mejorar los vínculos con Rusia.

Otros senadores que podrían desafiar a Trump son John McCain y Jeff Flake de Arizona, Ben Sasse de Nebraska, Marco Rubio de Florida, Susan Collins de Maine y Lisa Murkowski de Alaska, según asesores del Senado y legisladores.

Ante este panorama, Trump quien nunca antes ha ejercido un cargo público, podría enfrentar una compleja realidad política poco después de asumir su mandato el 20 de enero.

jcrh