Aunque los mercados financieros y las encuestas mostraban que Clinton ganaría las elecciones por muy pequeño margen, al final Trump se impuso como presidente electo en los Estados Unidos. En realidad las encuestas no se equivocaron, sino fueron quienes las interpretaron de manera errónea, ya que partían del supuesto de que elegir a Trump tendría elevados costos para la economía, por lo que al final una mayoría de la población apoyaría a la candidata demócrata. Sin embargo, un sector importante de los votantes tienen otro enfoque, no identifican claro los costos y querían mostrar con su voto su enojo con la situación actual.
Este resultado se suma al Brexit y a las elecciones en Grecia en donde las poblaciones quieren un cambio, rechazando la globalización que trajo beneficios para amplios sectores de la población y países completos, pero también infligió costos para otros grupos y ramas productivas.
Entre los grandes beneficiados de la globalización están los consumidores que pudieron acceder a una mayor cantidad de productos a precios significativamente menores; así como productores de bienes y servicios que vieron multiplicar el tamaño de sus mercados, al no estar limitados a vender o a producir solo en sus países. Destaca en este caso a los países asiáticos que siguieron políticas de fomento a las exportaciones, como China, Vietnam, Singapur, etc.
Asimismo diversos países como los latinoamericanos, entre ellos Mexico, se beneficiaron de los importantes incrementos de los precios de sus materias primas, de granos y otros productos alimenticios, así como energéticos que exportan. Sin embargo, con frecuencia estos recursos no se canalizaron a mayor inversión, a mejor educación o ahorro, sino a incrementos en el gasto público corriente y a corrupción.
Por otro lado, la globalización provocó costos a los sectores y grupos que no pudieron cambiar y adaptarse al nuevo entorno. Entre los perjudicados están obreros no calificados con bajos niveles educativos, empleados con poca capacitación, empresas en mercados monopólicos que no pudieron enfrentar la competencia externa y otros más. A esto se suma la revolución tecnológica que ha permitido distribuir los procesos productivos en varios países para poder reducir costos, pero creando desempleo en lugares de baja productividad o altos precios de los insumos y de la mano de obra.
Además el cambio generacional ha hecho que la mayoría de los votantes no conozcan un entorno de economía cerrada sin competencia, por lo que no están conscientes de sus costos. Hay que enfatizar que llevamos ocho años ajustando las economías a la Crisis Financiera Global de 2008/9; que el ataque a las Torres Gemelas ocurrió hace 16 años y que el Muro de Berlín (lo que inicia la globalización) se derrumbó el 9 de noviembre de 1989, esto es 27 años antes de las elecciones en Estados Unidos. La gran mayoría de los votantes saben lo que no quieren, pero no están conscientes de los costos de cambiar la situación actual, porque solo han vivido en este esquema.
Ahora las reglas son otras y Trump identificó este entorno:
1) Se acabó el supuesto básico de que la globalización es benéfica para todos los países y que este era el único camino en el largo plazo.
2) La población no siempre está de acuerdo con tener bajos aranceles por su costo en términos de desempleo.
3) Los votantes no siempre quieren una política de fronteras abiertas a la inmigración.
4) Este nuevo ciclo no es de corto plazo, sino se mantendrá varios años y en varios países más, como es posible en Francia y Alemania en los siguientes meses.
5) Cabe esperar un menor crecimiento económico mundial, incluido México, por las mayores restricciones al comercio y a la fuerza de trabajo.
6) En este nuevo entorno se requiere otro perfil para los funcionarios públicos y los ejecutivos de las empresas. El juego es otro y las características de los responsables deben ser diferentes.
7) Las tasas de interés y la inflación será mayor en la mayoría de los países, sobre todo en Estados Unidos y en México.
Por lo mismo, el entorno económico y político será diferente en los siguientes años. Habrá costos adicionales pero también grandes oportunidades para aquellos que lo entiendan y se puedan adaptar al mismo. Sin embargo, pretender que no ha pasado nada puede ser suicida. Las reglas del juego han cambiado de manera radical.
* Economista