DAMASCO,- El discurso fue desafiante y por la actitud de Bashar Al Assad borra de golpe toda esperanza de resucitar el diálogo para poner término a la guerra que entra en su sexto año. Las conversaciones auspiciadas por Naciones Unidas en Ginebra se suspendieron y a juzgar por su actitud, no ofreció indicio alguno de estar dispuesto a ceder.

Assad refirió que el proceso era fallido además «pleno de trampas» por parte de sus opositores, que han buscado derrocarlo desde que comenzó la guerra en 2011 como un levantamiento en contra de su mandato. «Cuando no lograron obtener lo que buscaban -refirió- su respuesta es una declaración abierta al terrorismo. Su presencia en Damasco fue bien recibida por algunos simpatizantes.

La actitud de Assad refleja seguridad, reforzada por el aliado más importante, Rusia que irrumpió en la guerra hace nueve meses y ha estado ayudando a las fuerzas sirias con bombardeos en las zonas bajo control de grupos insurgentes.

Los bombardeos rusos ayudaron a que el ejército sirio reconquistara en marzo la ciudad de Palmira, que estaba en manos del Estado Islámico. Los rusos también han ayudado a los simpatizantes de Assad en otros sitios del país, incluyendo el apoyo contra insurgentes en las afueras de la ciudad de Aleppo y otras partes del norte de Siria. Estados Unidos respalda a algunos de estos grupos insurgentes.

“De la misma forma en que liberamos Palmira y muchas otras zonas antes de esa, vamos a liberar cada centímetro del territorio sirio que está en sus manos, porque no tenemos otra alternativa más que ganar”, dijo Assad en su discurso.

Los analistas políticos señalan que es probable que las declaraciones de Assad hagan más problemático el diálogo con sus enemigos, aunque tanto Rusia como Estados Unidos han pedido que se reanuden los esfuerzos diplomáticos mediante el liderazgo que ejercen en el Grupo Internacional de Apoyo a Siria, una iniciativa de 17 países para acabar con la guerra.

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